Cosecha Oscura

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I can't feel it

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Sergio caminaba con lentitud hacia la gran luz que desintegraba sombras, como una polilla atraída por un bombillo.

Símbolos rúnicos y números Romanos comenzaban a flotar en el aire causándole un sentido de retención de tiempo como si todo fuese con mayor lentitud.

No le encontraba explicación alguna pues a la lejanía esa luz comenzaba tomar forma. Un enorme círculo, con cientos de inscripciones a su alrededor y dentro del mismo, tres segmentos que se movían en sentidos contrarios y que, al momento de empalarse unos con otros, formaban nuevas runas.

El suelo rígido se fue transformando en arena blanca, arena que le dificultaba caminar y hacia su trayecto a la fuente de luz toda una odisea.

Suspiró cansado, dispuesto a rendirse y permitir que esa arena le succionase por completo; ya tenia ese polvo blanco cubriéndole hasta las rodillas, era cuestión de tiempo para que la arena llegase a su cabeza y ser uno con el suelo.

Tiró la toalla hasta que vio un ente, un ser de luz fría que le extendía la mano y se acercaba con lentitud hacia él; Sergio estaba fascinado con semejante belleza, la belleza de la pureza.

El ser de luz rozó sus mejillas causándole cosquillas en esa zona y mariposas en su estómago. No podía articular ningún movimiento pues estaba embelesado con la perfección de semejante ser.

Su corazón comenzó a latir con fuerza y con ello, la producción de una onda extraña con cada pulsación fue marcada en el aire.

Tum tum

Ondas que al ser de luz no le gustaron en lo absoluto causando que toda la belleza de ese lugar idílico se transformase en todo un infierno.

El ser de luz que momentos antes le generó hermosas sensaciones se separó con lentitud hasta estar a escasos metros dando un pequeño giro.

Ese giro fue el inicio de todo.

La arena pasó a ser negra, el cielo se pintó en un rojo vivo y los símbolos de luz azul a su alrededor comenzaron a encenderse en vívidas llamas de fuego acalorante.

El ángel se puso en posición de ataque, de algún lado sacó alas de debajo de su capa, alas que estaban envueltas en fuego.

Sergio sintió el peligro en su ser cuando el ente de luz formó un arco con una flecha encendida en llamas moradas. La flecha le amenazaba con atravesarle, la punta de veía filosa; peligrosa.

—Tus deseos son órdenes.

El arquero soltó la cuerda de estelas y la flecha salió disparada directo a su pecho.

Y despertó.

Bañado en sudor y agitado, Sergio se reincorporó llevándose una mano a su punzante pecho el cual le ardía como el infierno.

Rápidamente retiró las sábanas y se levantó a tropiezos para correr al baño y verse en el espejo; la marca de su pecho comenzaba a agrietarse logrando ver entre las grietas una luz calurosa, como si hubiesen inyectado lava en sus venas.

Abrió la regadera y rápidamente se introdujo dentro del agua buscando atenuar el calor que lo aprisionaba, pero no surtió efecto y, extrañamente, su cuerpo comenzó a producir vapor debido al contacto del agua con su piel.

Estaba caliente y no en el buen sentido.

Salió del la ducha con la toalla envuelta; no quería ponerse ropa pues el calor que estaba manifestando su cuerpo era exasperante. Lamentablemente, por su trabajo, ahora tenía que estar más presentable.

BLACK MAGIC | CHESTAPPEN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora