"Eres un arma" - Genmui (Royal Au)

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La realidad es que Muichiro Tokito no es ciertamente de la realeza, fue adoptado por el rey Kokushibo luego de desposar a una mujer importante que no podía engendrar hijos. Para no asumir tal humillación ante la sociedad, eligieron buscar a alguien de rasgos similares.
La reina tenía ojos azules, y algunos de sus mechones eran del mismo color, por lo tanto buscaban a un niño con tal apariencia. Encontraron una familia pobre al pie de una montaña, para aquél entonces el joven Tokito tenía unos 7 u 8 años, le ofrecieron muchas riquezas al padre biológico con esperanzas de que le vendiera al gemelo de Muichiro, Yuichiro Tokito.
Lamentablemente se negó, y luego de muchas insistencias y rechazos, el Rey Kokushibo mandó a exterminar al padre para secuestrar a los niños, y de alguna forma planeaban lavarles la cabeza pero...ellos se resistieron demasiado, finalmente sólo quedó Muichiro. El trauma de ver morir a sus padres y hermano sin poder hacer nada lo dejó en un estado de amnesia por traumatismo psicológico. Aún así después de eso el Rey lo dejó en manos de un hombre muy raro...una especie de brujo que le lavó el cerebro al príncipe, y lo hizo creer que realmente era hijo del Rey y la Reina.

Genya-san, oí rumores solamente, pero cuando alguien se libra del poder de este hombre, él sale a cazarlos para devorarlos. Es una especie de pacto que tiene con sus aliados y ex-colegas, no sé por qué lo hace...pero por favor, protege al joven príncipe. La muerte de un monarca tan joven llevaría al desquicio social de la realeza.

Ah, con respecto a ese tipo...creo que se apellidaba Kibutsuji.

Las palabras de Kanamori aún perseguían al joven Shinazugawa. Él era consciente de que también fue víctima del poder y control mental de Kibutsuji, entendía que probablemente todos los recuerdos que lo poseían de vez en cuando eran piezas de su memoria que quizás nunca volverían...

Miró al príncipe a su lado, que suspiraba mientras veía el cielo estrellado.

– ¿Acaso él también es consciente?

No había dudas de que Kibutsuji era un ser horrible. Luego de dar sus servicios a los millonarios para lavarle el cerebro a las personas, se los comía si rompían el pacto acordado.

Genya no estaba en la mira de ser devorado, porque nadie pagó por su control mental, fue técnicamente secuestrado para ser el cazador personal de Kibutsuji...acaso, ¿Él llevaba gente que se había liberado de su control mental?

Miró sus manos, atemorizado, ¿A cuantos inocentes mató con sus propias manos?

¿A cuántos de ellos devoró también?

– Genya...Genya – La voz del príncipe lo sacó de su cabeza.

– Sí, Tokito-san – Contestó, mirando a su amo.

– ¿Qué tal si seguimos caminando?

– Sí.

El príncipe se había vuelto increíblemente inquieto, aunque quizás nunca fue demasiado tranquilo, poder tener más libertad le hizo sentir que había vivido toda su vida en una jaula para ratas. Y ahora quería salir al mundo exterior y perderse en sus encantos.
Genya ya había vivido lo suficiente en los encantos de la vida, o eso creía él, más bien había vivido lo suficiente para ver lo peor de la vida misma, por eso a veces se angustiaba de la curiosidad de su amo.

Miró detenidamente a su amo, y una punzada le atacó el vientre.
Genya aún tenía muchos problemas que resolver consigo mismo, pero no podía contenerlos por mucho...en algún momento explotaría.

Luego de sacar a pasear al príncipe se devolvieron al lugar que rentó para descansar...o bueno, sólo Muichiro fue a dormir.

– Genya – Le había llamado Tanjiro, que había acabado de barrer el suelo.– ¿Puedo preguntarte algo?