"Eres un arma" - Genmui (Royal Au)

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¡Hola mis lectores y lectoras!
Muchas gracias por leer y votar mí historia, la verdad es que me encanta saber que les está gustando, tengo dudas de si seguir aquí o hacer una secuela porque está quedando muy largo!! ¿Ustedes que opinan? ¿Leerían la secuela? Probablemente lo piense estos días!

¡Ash! No los voy a tener con más rodeos, así que empecemos este capítulo!

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Finalmente luego de una semana de espera, al príncipe Muichiro le llegaron sus anteriores empleados estrella. Aunque pudo volver a sentir la calidez del hogar en su frío y aburrido castillo. Muichiro aún se sentía un poco atrapado.

Pero bueno, esa idea ya estaba esfumandose de su cabeza. Honestamente ya estaba resignado a la vida que tenía.

– Muichiro, te daremos a elegir cinco mujeres – Mencionó su padre aquella noche– Reunimos a las doncellas más hermosas del reino, intentemos ver si alguna te convence.

– Está bien – Contestó pesadamente mientras arreglaba las mangas de su traje

– Tokito-sama, permítame acomodar su moño – Kanamori se acercó a su amo, y le alistó la ropa – ¡Ya!

– Muchas gracias, Kanamori-san.

Muichiro ingresó a la habitación junto a su padre, su guardaespaldas Inosuke, ya que el día de hoy Genya no podía asistir, tenía otros asuntos en el exterior de la ciudad con la reina.

– Las presentaré – Dijo Kanamori, reverenciando al rey.

– Adelante.

– Ellas tres son Kiyo, Sumi y Naho, vienen de la casa Mariposa – Kanamori las señaló amablemente.

– Es un placer conocerlo – Contestaron ellas.

El príncipe intentó disimular una sonrisa pero, no era bueno fingiendo.

– Y ella es Sen – Kanamori señaló a una chica de cabello negro y ojos... ojos bastante peculiares.– Es una joven muda.
Ella reverenció.

– Bien, podemos hacer un tipo de interrogatorio o puedes simplemente elegirla ahora – Mencionó el Rey, restándole importancia a la situación.

Muichiro estaba hipnotizado por la mirada de la joven muchacha Sen, era tan rara y particular.
Le gustaba.

– Pues...ella – Muichiro señaló a la joven de ojos particulares. Las otras tres se le hacían casi idénticas y eran demasiado jóvenes para él.

– Se da terminada la sesión – Finalizó el rey – Kanamori, lleva fuera del palacio a estas chicas de sobra.

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Luego de que Muichiro eligiera a la mujer que desposaría, Kanamori sugirió que vayan a pasear al descampado con flores cerca del palacio, siendo escoltados por Inosuke, Nezuko, Zenitsu y Tanjiro.

– Me alegra mucho que estés aquí, Sen-chan – Mencionó el príncipe. La chica le asintió. Después de todo...era muda. – ¿Te gusta el campo de flores?

Sen asintió, sonriente. Aún así, parecía un poco sofocada.

– Dime, ¿Qué te gusta?...oh, cielos, olvídalo, soy un idiota – Muichiro se golpeó la cabeza – Discúlpame.

La señorita le tomó la manga de su ropa para llamar su atención, y le sonrió dulce.
A Muichiro le gustaban sus ojos.

Aunque Sen no podía contestar, Muichiro se pasó toda la caminata hablando de todo un poco, a lo que su prometida asentía escuchando atentamente. Conectaron bastante bien.