VIVIR LA VIDA SIN REMORDIMIENTOS NI CULPAS

RECONOCER LOS CAMBIOS

Capítulo 5: Reconocer los Cambios

El ego dice, "una vez que todo encaje, encontraré la paz..."; El espíritu dice, "encuentra tu paz, y todo encajará".

Reconocer los cambios en el flujo constante del río de la vida es esencial para nuestra evolución personal. Recientemente, he experimentado una desconexión con viejos hábitos, y especialmente con amistades y familiares. Este distanciamiento me ha llevado a cuestionarme: ¿Es mi culpa no encajar como lo hacía antes? ¿Debo esforzarme por recuperar ese vínculo perdido o tomar las riendas hacia un nuevo rumbo inexplorado? [...] Sin duda, se han producido cambios sustanciales en mi cosmovisión de la vida debido a esto.

A menudo escuchamos la frase "la salida" o "el camino es hacia adentro", sugiriendo que es nuestra interior lo que marca el camino... que es nuestra energía interna la que influye en cómo los demás se sienten a nuestro alrededor, que no es el físico ni el estatus lo que nos hace magnéticos, sino cómo tocamos el corazón de la gente con nuestra presencia. Pero antes de intentar cambiar el mundo externo, debemos primeramente interactuar íntimamente con nuestro mundo interno (con todos los cambios que esto conlleva).

A esta frase, "la salida es hacia adentro", le agregaría: "la vida se vive desde y para el adentro". Todas las experiencias que vivimos son reflejos de algo superior que se gesta dentro de nosotros. La vida se percibe desde el prisma del corazón y del ego (la mente). Es el camino que cada uno decide tomar el que determinará si uno u otro tienen más influencia. En mi caso, siendo una persona predispuesta a vivir mucho desde el ego, me encuentro en el desafío de entenderlo como una herramienta, no como un fin en sí mismo. Aquí es donde vivir desde y para el corazón se ha vuelto mi camino predilecto. Se podría decir, aunque sin encasillarme, que estoy encaminandome hacia un punto de vista Taoísta o Budista de la vida.

Cuando surge este trascendental cambio de paradigma, nos enfrentamos a edificaciones emocionales que parecían indestructibles, pero que ahora, como por arte de magia, se vuelven vulnerables y dispuestas a ser esculpidas nuevamente, desde los cimientos. Si ese cambio se gesta dentro de nosotros, inevitablemente lo reflejaremos hacia el exterior y las cosas comenzarán a cambiar, a veces de manera gradual, otras veces de forma drástica.

Todo aquello que alguna vez reprimimos comenzará a aflorar. Es por ello que te invito a permitirte experimentar todo lo que sientas, en lo posible, sin juzgarte. Deja que tu niño interior se exprese de la manera más natural.

De esta manera, te invito a amar tu tristeza cuando surja, porque estará ayudándote a limpiar lo que has estado cargando. Te invito a amar tu enojo, porque te enseñará a poner límites. Te invito también a amar tus miedos, porque te ayudarán a descubrir que estás capacitado para vencerlos; y, te invito, en esencia, a amar tus heridas, porque son pruebas del aprendizaje que la vida te ha otorgado, no para hacerte sufrir, sino para que evoluciones en una persona grandiosa y llena de proposito... y amor.

Todo está en tu vida por una razón, y reconocer esto es un cambio armonioso y significativo hacia una nueva vida... Tu nueva vida.