Capítulo 5

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Al llegar a la casa de los Mori, me detuve en la puerta principal, intentando recuperar el aliento. Había corrido prácticamente todo el camino hasta aquí sin ningún tipo de descanso, por lo que la impresión de que mi pecho estaba a punto de estallar era angustiosa. Enderezando la postura, toqué el timbre ininterrumpidamente hasta que oí pasos al otro lado de la puerta que se dirigían en mi dirección. Con un suave clic, la puerta se abrió.

"Has llegado antes de lo que dijiste, Nao-chan." - Kaede habló con una sonrisa amistosa. Me encogí de hombros ante sus palabras y pasé por su lado, dirigiéndome al interior de la casa.

"Vayamos al grano." - Repliqué secamente.

Esa zorra sabe de sobra que no he venido aquí para entablar una conversación trivial con ella, parece como si intentara cabrearme a propósito.

Kaede clavó la mirada en mí durante unos instantes antes de asentir, cerrar la puerta tras de sí y dirigirse hacia la cocina. Me limité a seguirla.

"Siéntate, voy a prepararnos un té mientras hablamos." - Me dijo, sacando unas tazas de té de uno de los armarios y poniéndolas sobre la mesa. La miré con el ceño fruncido, pero hice lo que me pedía.

No podía darme de inmediato la información que quería en vez de andarse con rodeos? No pienso quedarme aquí mucho tiempo. Si me encuentro con Kokujin, podría venir a molestarme para que me acueste con él otra vez, y de verdad, mi paciencia con respecto a ese tema se ha agotado hace meses.

"No te preocupes. Kokujin no está aquí, está fuera divirtiéndose con Ayumu y Kanoko." - Kaede me informó como si leyera mi mente. Entonces empezó a verter suavemente el té en polvo en una tetera, encendiendo el fuego y dejándolo hervir. Cuando terminó, se acercó a la mesa y se sentó frente a mí mientras servía el té recién preparado. - "Bueno, no te robaré demasiado tiempo. En cuanto al paradero de Hiroki, recuerdas cuando fuimos a casa de mis padres, planeando preguntar si él había venido a hacerles una visita?" - Preguntó Kaede mientras cruzaba una de sus piernas sobre la otra.

Si me acuerdo? Claro que sí, fue cuatro meses después de que Hiroki desapareciera. Fuimos en coche hasta la otra punta de la ciudad para visitar su casa en un intento de comprobar que Hiroki no había buscado refugio con ellos. Bueno, ese era el caso para mí, pero para Kaede, aunque aceptó ayudarme a intentar encontrarlo, sólo quería asegurarse de que, si estaba allí, no había abierto la boca sobre todo lo que habíamos hecho con Kokujin. Sería devastador para ella que la familia descubriera que no sólo mantenía relaciones sexuales con un menor, sino que el menor en cuestión era además el matón de su propio hijo. Si lo supieran, ella podría dar por acabados todos sus lazos familiares.

Como medida de precaución, nos inventamos que ella había ido a esa parte de la ciudad sólo para comprar materiales, ya que planeaba renovar algunas habitaciones de su casa, y que yo me había ofrecido a acompañarla para traer lo necesario.

Ellos, junto con la hermana de Kaede, eran la única familia de esta bruja, y como eran los que vivían más cerca de esta casa, era un hecho que si Hiroki buscaba un lugar donde establecerse, ellos serían la primera opción. Obviamente, estábamos equivocadas. Hiroki ni siquiera había puesto un pie en la casa y, por la dulzura con la que nos hablaban, estaba claro que no sabían nada de las acciones de su hija mayor.

Incluso llamamos por teléfono a la hermana menor, Kaede dando la excusa de que quería ponerse al día con su querida hermanita. La reacción amistosa y las preguntas de si Kanoko y Hiroki estaban bien nos bastaron para saber que tampoco había ido allí.

Mirándola impacientemente, le hice una señal positiva con la cabeza.

"Digamos que se nos ha escapado un detalle. Esta mañana, mientras hablaba con mi madre por videollamada, mencionó algo importante.'' - Le enarqué una ceja a la mujer mas vieja.

"Y qué sería? La pista que dijiste que habías obtenido?" - Ella asintió con un gesto afirmativo.

"Exactamente. Mi insignificante difunto marido tiene un hermano mayor, Mori Saito. Poco después de mi matrimonio, su hermano se fue a vivir a Inglaterra, y permaneció allí por varios años. Pero hay un detalle... en la conversación de esta mañana con mi madre, me he enterado de que regresó a Japón hace cuatro años y ahora vive en Tokio."

Mis ojos se abrieron de golpe. Volvió a Japón hace cuatro años? El mismo tiempo que Hiroki estuvo ausente? No podía ser una mera coincidencia. Si Hiroki no estaba viviendo en la calle, quizá se había puesto en contacto con su tío y se ha ido a vivir con él.

Es una información maravillosa! Sólo podía estar escondido allí!

La euforia empezó a recorrer mi corazón. Pero no pude evitar mirar a la mujer mayor que tenía delante.

Cómo pudo olvidar al maldito hermano de su marido? Aunque desconocía su regreso, podría haber contemplado la posibilidad de contactarle para ver si tenía alguna pista. Si no hubiera sido por los errores de esa estúpida puta, no habría pasado esos cuatro largos años sin mi amado Hiroki a mi lado!

"Obtuviste su dirección a través de tus padres?" - Le pregunté a Kaede. Estoy esforzándome al extremo para reprimir la intensa ira que siento hacia esa perra, mi mente no deja de repetirme que ella es la culpable del largo tiempo de separación entre mi amado y yo.

"Sí, así es." - Me lo ha confirmado.

Perfecto. Lo único que hay que hacer ahora es ir a buscar a mi adorable novio. Después de eso, me aseguraré de que nunca más se vaya de mi lado ❤️

Ah~

No puedo esperar a explorar cada rincón de su precioso cuerpo, sin dejar de destrozar su mente claro. Sólo pensar en lo que haremos juntos cuando lo tenga todo para mí de nuevo me está volviendo un desastre caliente.

"Estaré aquí alrededor de las 8 de la mañana para que podamos ir a Tokio a conocer a ese tal Saito. Y será mejor que no digas nada de este pequeño viaje nuestro ni a Kokujin ni a las demás, entendido?" - Le pregunté con gravedad, mis ojos contenían un destello peligroso.

No necesito sus interferencias. Conociendo bien a Kokujin, si se enterara de que todo este tiempo he estado buscando a Hiroki y que he abandonado nuestras sesiones de sexo para encontrar a mi novio, seguro que se sentiría humillado y le daría una paliza a Hiroki hasta dejarle magullado de pies a cabeza como siempre hizo en el pasado. No puedo dejar que eso ocurra, las únicas marcas que deben manchar el cuerpo de Hiroki a partir de ahora son las de mis uñas cortando ligeramente su piel mientras lo monto con todas mis fuerzas y siento su semilla caliente borbotear dentro de mí una vez que ambos estemos en la efervescencia de nuestros orgasmos juntos.

Fui testiga de cómo una expresión de asombro se apoderaba de su rostro. Genial, tenme miedo, es la mejor manera de asegurarme de que no abrirás esa boca tuya y se lo contarás todo.

Levantándose de la mesa sin tocar aún el té, Kaede me guió hasta la entrada de la casa, su figura un poco tambaleante. La seguí en silencio, ansiosa por que llegara pronto el día de mañana.

Lo que es mío por derechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora