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Debo admitir que él Naiko me caía bien, aún no se ponían a grabar ya que faltaba él Edgar, mientras se tiraban tallas y escuchaban al cerdo del Nico comer, ese weon mete más bulla que vieja en el metro pa comer. 

-Permiso, les traigo algo pa que coman.-entró con una sonrisa la mamá del Naiko, la verdad es que se veía cariñosa la señora.

-¿Cómo se ah portado la Camila? ¿No le ah echo mucho problema? -la miré. Ella negó con la cabeza. 

-No, para nada. Está abajo pega' en la tele, buenos los dejo.-nos dio una última sonrisa y salió cerrando la puerta tras su espalda. 

-Tú mamá es entera cariñosa.-reí tomando un poco de bebida. 

-Porque está la Camila y tú po', es más pesa cuando estamos solos.-negué con la cabeza riendo. 

[...]

-¿Y qué a pasado con él Jaime? -preguntó apagando su pc. 

-Nada, ¿Qué va a pasar? -lo miré.

-¿Por qué le pegó a ese weon si se supone que no son nada? -alzó una ceja.

-Que voy a saber yo, quizá andaba curao, ya me tengo que ir es tarde y ando con la Camila.-me levanté. Tome el bolso con las cosas de la Camila y salí de su pieza con él Naiko siguiéndome. 

-Mamá, la __ ya se va.-gritó él Naiko. 

-No griti cabro de porquería vas a despertar a la niña.-dijo saliendo de la cocina con la Camila en brazos, estaba raja durmiendo.- ¿Tan pronto se va? -preguntó

-Sí, es que ando con la Camila y después se pone más helado.-dije sacando una chaqueta de la Camila. Me  ayudó a ponerle la chaqueta mientras sacaba su manta.

-Vengan cuando quiera nomas mi niña.-me pasó la Camila, la tapé con la manta.

-Gracias por todo, espero que no la haya molestado mucho.-le sonrió un poco. 

-Para nada, bien cayadita es la Camila.-sonrió mirándola. Me despedí de ella y del Naiko para luego irme a mi casa. 

Me fui caminando despacio, quería caminar un poco y tomar airesito, la Camila dormía a pata suelta esta no se despierta ni con una bocina en la oreja. A todo esto, ni eh hablado con mi tía o mi tío, no sé porque habían latas de cerveza y porque estaba todo tan para la cagá, quizá pasaron una linda noche metiendo y sacando. Iba de lo más re bien caminando, mirando a todos, contando las moscas hasta que vi al Jaime, intenté que no me viera pero fue en vano, se acercó a mi a trote ya que estaba por la otra esquina. 

-Hola.-me sonrió, estúpida sonrisa que aún me encanta. 

-¿Qué queri? ¿te debo algo? -pregunté sin dejar de caminar. Se puso a mi lado caminando conmigo. 

-No, sólo te vi y vine a saludarte, ¿No puedo? -suspiró. 

-¿Después del espectáculo que hiciste ayer? no.-lo miré de reojo. Noté como se removía incómodo. 

-Pensé que te estaba haciendo algo.-murmuró. Reí sarcástica. 

-Ya, haciendo algo.-acomodé a la Camila.- como si te importara. 

-Me importa, me importas.-noté su vista en mi. 

-No pensabas eso ayer cuando estabas apunto de culiar con la mina en la cocina.-se sonrojó levemente.- busqué las llaves de mi casa en mi bolsillo.- te la diré corta, ¿Ya? -asintió con la cabeza.- tú mismo me dijiste que intentáramos quedar como amigos, lo cual dudo que pase pero haré el gran intento de que me agrades, ser amigos.-remarque la palabras amigos.- involucra no meterte en mi vida personal, ¿Entendido? -miró el piso asintiendo con la cabeza.- no somos nada, eres libre de culiar con la mina que quiera al igual que yo, así que deja de hincharme las pelotas y vuela de mi casa.-me di vuelta y entré a mi casa, apoyándome en la puerta.- ¿Por qué tiene que ser tan complicado todo weon? -murmuré.

Narra prostituto (Jaime):

Pensaba que a esta weona se le iba a pasar el enojo dentro de unos días y volveríamos a ser la pareja que les gustaba culiar sin importar la hora, que se burlaba de cualquier wea y comían como cerdo, pero al parecer no iba a ser así. Caminé desanimado hasta la casa del Nico, quería estar con la __ y como soy weon, la cagué. Toqué la puerta esperando a que el enfermito mental saliera.

-¡Sí sé oh! -gritó pa dentro.-Jaimeleeeto, wena pasa.-subimos a su pieza como siempre, sin antes saludar a la tía, cocinaba rico. Me tiré sobre la cama del Nico mientras él acercaba su silla.- ¿Qué te pasó ahora? -me miró. Como me conoce este weon. 

-Pensé que se le iba a pasar la wea a la __.-él Nico negó con la cabeza.

-¿Seguis buscándola? -asentí con la cabeza.- Mi Jaimelito enamoraaoh' te pasa por cagarla po, te pasa por ser tan prstituto y meterte con mina que se te cruce.

-¿Cómo no negarme a una mina? -él Nico rió levemente.- no sé que hacer, eh metido mi patita a varias minas pero ninguna se compara con ella.-cubrí mi cara. 

-Allí está el punto.-lo miré.- deja de comerte con más minas, demuéstrale que vas cambiar y así aprovechai de subir tus notas en la U, te está yendo como el hoyo.-rió acercándose a su escritorio.- hágalo como yo po', aprenda de papá.-golpeó su pecho.- tengo a la Maca comiendo de mi mano.

-No seai mentiroso weon, soy más macabeo que el Edgar.-reí sentándome en la cama, el Nico me sonrió. 

-Yo propongo que cambies, ya no seas tan puto si le preguntas al Edgar o a las chiquillas te van a decir lo mismo.-fijó su vista en mí.- quien iba a pensar que mi jaimelito se enamoró de verdad. 

-Así es, me enamoré de una enferma mental.-suspiré. __ culiá rica. 

¿Sólo amigos? (Jaime y tú)#2 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora