¿Sólo amigos? (Jaime y tú)#2 [TERMINADA]

XXlV ~Maratón piola 3/5 ~

Me desperté gracias a una agradable mosca que andaba merodeando por mi cara, me levante mientras me razcaba los ojos, a fuera estaba lloviendo, que shosha, salí de la pieza buscando a los cabros, no había ruido alguno, no se escuchaba la risa del Edgar, ni los puteos de la Cata, ni los gruñidos del Jaime.

Bajé las escaleras hasta llegar al primer piso, había una nota pegada en la puerta.

"Salimos a pagar un par de cuentas, ya que como soy tan aweonao se me olvidó ayer y nos iban a cortar la luz, como sabemos que eres una pajera culiá y no querrías ir no te despertamos.

Chupala. Att: Nico.

Pd: No quemes la casa porfa, gracias. "

Subí una ceja mientras arrugaba la hoja, mejor para mí, así no me estaba mojando fuera como una mongólica, aún que es rico. Entré a la cocina en búsqueda de un poco de comida, son las tres de la tarde y me cago de hambre. A penas entré vi una nota en la mesa.

"Hola de nuevo:D, en la mañana pedimos pizza y te dejamos un poco en el microondas, agradecele al Jaime que se acordó que existías, si no te lo comes será mío a penas llegue.

Att: Nico.

PD: Chupalox2"

Rodé los ojos mientras sonreía de lado.

[...]

No me había levantado en todo el día, ya son las siete y estos weones aún no llegaban, me abandonaron por 100pre. No había parado de llover, parecía diluvio anal. No sabía que hacer, había dormido un poco, jugué con mi teléfono, y me seguía aburriendo.

Estaba de wata con la cara enterrada en la almohada, no sabía que hacer. Mi teléono empezó a sonar, vacilé un poco la canción y después contesté.

-¿Quién? -pregunté sin sacar la cabeza de la almohada.

-¿Alo? ¿__? Soy la Cata. -gritó.

-No es necesario gritarme. -alejé un poco el teléfono. -¿Qué pasó?

-Es que, en la mañana salimos a pagar y como no nos vinimos en la camioneta del Edgar ibamos a esperar a que pasar la chuvia, así que nos pasamos a un lugar dónde venden tocomple y nos pusimos a tomar un par de bebidas y se nos pasó la hora. ¿Podrías venir a buscarnos? -saqué la cabeza de la almohada y miré por la ventana.

-¿Por qué debería mojarme por ustedes? -me puse de espaldas.

-Por faorh. -habló él Nico.

-Mándame la dirección. -me levanté mientras colgaba.

A la mierda, no pienso vestime, iré en pijama. Entré a la pieza en dónde dormía el Edgar, saqué su mochila de debajo de la cama y rebusqué buscando las llaves, estaban abajo de todo, lo suponía.

Bajé las escaleras mientras me ponía un polerón, como soy tan digna iba con pantuflas de conejo, cerré la puerta y corrí hasta el auto, por lo menos no me había mojado tanto, puse la dirrección en el Google Maps y empecé a manejar.

Iba cantando a todo pulmón mientras miraba las calles, a los dos segundos vi a los cabros por la ventana de un local piola, toqué la bocina.

-¡Llegó! -corrió él Edgar.

Como es poco pillo se metió en el asiento del copiloto, les hice una seña con la cabeza al verlos todos dentro, la Maca tuvo que ir sobre las piernas del Nico ya que era la más ligera.

-Maneja tú, me dio paja. -miré al Edgar.

-Ya, date la vuelta. -se sacó el cinturón.

-¿Tay weon? Ni cagando me mojo. -hablé mientras me pasaba de un asiento a otro.

El Edgar hizo lo mismo que yo, me acomodé en la ventana mientras me ponía el gorrito del polerón.

-¿Viniste en pijama? -preguntó la Cata riendo.

-No me iba a vestir por venirlos a buscar a ustedes. -rodé los ojos.

En el camino nadie habló, lo más probables es que creyeran que estaba enojada por haberme dejado todo el día sola, que el remordimientos se los coma por un rato.

Llegamos a la casa después de un rato, él Nico se bajó a abrir a puerta para después correr todos hacia adentró. Me saqué el polerón mientras subía las escaleras.

-__, vamos a hacer algo de comer. -me habló él Edgar.

-No tengo hambre. -contesté sin dejar de subir. Amo hacerlos creer que me enojo.

Narra él Jaime:

Despegué mi vista de la escalera cuando desapareció por el pasillo.

-¿Creen que se habrá enojado? -preguntó la Maca.

Todos se subieron de hombros mientras entraban a la cocina. Los seguí mientras los miraba.

-No creo que se haya enojado, nos hubiese lamado. ¿O no? -preguntó el Nico sacando un par de cosas del refri.

Ninguno dijo nada, sólo siguieron sacando las cosas para cocinar.

-¿Cómo han estado con la __? -preguntó la Cata desviando el tema.

-Voy a ir a verla, quizá nos rape cuando estemos durmiedo. -rodé los ojos.

Subí los peldaños de a dos hasta llegar a nuestra pieza, entré sin tocar, se encontraba tapada hasta el cuello dándome la espalda, al parecer miraba por la ventana.

-__. -me acerqué, estaba mirando fijamente fuera. -Oye, ¿Estás enojada? -me senté en el piso, junto a ella.

-¿Debería estarlo? -preguntó dándome una mirada corta.

-Sí...Bueno no...Bueno, quizá. -sonrió un poco. -¿No lo estás? -negó con la cabeza.

-No lo estoy. -se enderezó.

-Más te vale. -sonreí mientras me levantaba. -como sé que te cagas de hambre te traeré un poco de lo que quieran que estén haciendo, vendré a comer contigo. -besé su frente y caminé hasta la puerta.