Cap.11

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(He comenzado otra historia, pasaros a leerla si os apetece💝) <3

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Hoy, domingo era el día libre de Juanjo. Tras una semana agotadora, y un fin de semana intenso en Sevilla debido al partido que jugaron contra el Betis se permitió una mañana tranquila dedicada a hacer recados por Barcelona. El sol apenas despuntaba cuando Juanjo salió de su apartamento en el barrio del Eixample. Disfrutaba de la tranquilidad matutina, el murmullo de la ciudad despertando lentamente.

Primero, se dirigió a la tintorería. La fachada del local, discreta y elegante, dejaba ver a través de sus amplias ventanas los trajes y camisas impecablemente colgados. Entró y fue recibido por el amable propietario, un hombre mayor con una sonrisa cálida.

—Buenos días, Juanjo. ¿Cómo te ha ido la semana? —le preguntó mientras buscaba su ropa.

—Muy bien, gracias. Solo un poco cansado del viaje a Sevilla —respondió Juanjo, devolviendo la sonrisa.

Recogió sus trajes y camisas, ahora libres de cualquier mancha, y se despidió cortésmente. Luego, se encaminó al supermercado del barrio. Era un lugar pequeño pero bien surtido, ideal para hacer compras rápidas. Juanjo tomó un carrito y comenzó a recorrer los pasillos. En la sección de frutas y verduras, seleccionó algunas manzanas, plátanos y algún que otro mango.

Luego, se dirigió a la zona de productos frescos. Compró un par de filetes de salmón, una bolsa de espinacas y una bandeja de tomates cherry. Decidió también llevarse una botella de vino blanco. En la sección de panadería, eligió una baguette recién horneada, cuya corteza crujiente prometía ser el complemento perfecto para su comida.

Al salir del supermercado, se encontró con algunos vecinos y charló brevemente con ellos. La vida de barrio en Barcelona le ofrecía una sensación de comunidad que apreciaba mucho. Con las bolsas llenas y el sol ya más alto en el cielo, decidió regresar a casa para descansar un poco antes de la gala benéfica de esa noche.

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Martin estaba inmerso en la preparación de su nuevo single. El estudio de grabación, ubicado en el corazón de la ciudad, era su refugio creativo. Rodeado de paneles acústicos, instrumentos musicales y equipos de última tecnología, Martin trabajaba incansablemente. La melodía fluía mientras ajustaba una y otra vez los niveles de sonido, buscando la perfección.

Chiara llegó al estudio justo cuando Martin estaba terminando una toma.

—¡Hola, Kiki! —la saludó Martin, quitándose los auriculares.

—Hi babe ¿Nos vamos a comer? —preguntó Kiki mientras se sentaba en una de las sillas del estudio.

—Si, espera que termine esta toma y nos vamos —dijo Martin, colocándose de nuevo los cascos y acercándose al micrófono.

Martin y Chiara salieron del estudio un par de minutos depues y se dirigieron hacia uno de sus restaurantes favoritos de la ciudad.

Una vez sentados ambos en la mesa el camarero se acercó.

—¡Buenos días!, ¿Saben ya lo que van a querer?— Les pregunto amablemente el camarero.

—Emm... a mi me gustaría, el pollo a la plancha con ensalada por favor— dijo Chiara.

Martin miraba el menú sin estar muy convencido acerca de que pedir — A mi ponme lo mismo que a ella — Le dijo sonriendo al amable camarero.

El camarero recogió sus menús y se marcha de la mesa.

El resto de la comida pasó entre conversaciones comunes, mientras acababan el postre Chiara se vio obligada a recordarle sus planes de esta noche.

—¿Has ido a recoger el traje de esta noche?— Le pregunto.

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