Orquídeas

Capítulo 3:

Capítulo 3: La carta.

<Sábado 05:45>

-Javi, levantate. No sabés lo que pasó- me movió Héctor fuertemente para que me despertara.

-No quiero- me di vuelta en la cama.

-Levantate, te dije- me sentó en la cama hasta que me pusiera firme y se sentó a mi lado.

-¿Qué hora es?

-Son casi las seis. 

-¿Las seis? ¿Por qué me levantaste a esta hora?- abrí los ojos y lo vi, seguía con la ropa de anoche.

-Yo recién vuelvo de la fiesta, se cagó todo. Encontraron el cuerpo de Enzo muerto en la laguna. Estaba adentro de una de las canoas desnudo y ensangrentado. 

-Pará, más despacio- me paré-. ¿Enzo?

-Sí, él- me confirmó lo que dudaba.

-¿Pero para qué me levantas? Me podrías haber contado más tarde.

-Nos quieren a todos afuera, vino la policía a investigarnos a todos los estudiantes.

-Bueno, me pongo la campera y vamos.

-Tranquilo, te espero.

Me calcé y salimos de la pieza. Afuera, estaban los chicos de los cuatro años y las chicas de los cuatro años del otro colegio. Definitivamente, esto se volvió algo enorme. 

En el patio trasero del colegio, donde hay una cancha de pasto sintético, estaban todos sentados. Solo faltábamos nosotros dos y Alan, quien estaba discutiendo con su hermana en la entrada a la pensión vecina. 

-¿Qué hacías con él?- le preguntó.

-Me pareció lindo, ¿y?- respondió ella.

-Arruinas todo. 

 ¿Arruinar todo? ¿Qué ha sido arruinado?

Héctor y yo nos sentamos con nuestro curso. La policía nos rodeaba en un circulo grande y los bomberos rescatistas estaban aún en el lago, con la ambulancia, atendiendo al muerto. Tarde, ¿verdad?

-Bien, ahora que están todos, comencemos esta reunión- empezó el profesor de educación física, al que todos le prestarían atención.

-Hoy en la madrugada, fue hallado en la laguna el cuerpo de uno de los compañeros de esta institución. Tenía grandes hematomas y un cuchillo clavado en la espalda- siguió el director-. Ni las cámaras ni la policía que rodean el perímetro detectaron que alguien entrara el día de ayer. Las chicas que vinieron a la fiesta no cuentan, porque ellas también están registradas para ir y venir en cualquier momento.

-En fin, nadie del exterior fue visto entrar al colegio. Por ninguna de las entradas. Por lo que se ha llegado a la conclusión de que el asesino está acá adentro- lo interrumpió nuevamente el profesor.

-Por esta razón, hasta que no se encuentre el asesino, nadie se irá a su casa- finalizó el director con un "Todos a sus cuartos, toque de queda hasta el mediodía".