El viernes, último día de clases antes de vacaciones. En una universidad en un pueblo pequeño de Argentina, ocurre algo que jamás nadie habría sospechado: un alumno es encontrado muerto.
Javier, el chico más tranquilo e intelectual de segundo año, s...
Luego de que la electricidad se cortara, me desmayé y caí al suelo. Tuve un confuso sueño con gritos, sombras y la palabra "Silencio" repitiéndose constantemente en mi cabeza.
Cuando esta se prendió, me levanté asustado. Abrí la puerta para salir lo más pronto posible sin siquiera haberme visto en el espejo. Pero algo la trabó. Miré atrás de ella y había una pistola pegada en la pared. Ni me acerqué a ella para ver como tenía un papel a su lado. Lo saqué y lo abrí para verlo.
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¿Quién lo pudo haber mandado?¿Qué significará?
Lo guardé en mi bolsillo y salí rápido, algo que me jugó en contra. Gracias a esto, cerré la puerta fuertemente y oí como la pistola se cayó. Traté de meterme con los demás, camuflándome con los estudiantes. Estaban en una fila caminando.
-¿Qué pasó?- le pregunté a Juan Pablo.
-¿Quién sos?- me respondió.
Seguí detrás de él hasta me encontré con la profesora de carpintería.
-¿Dónde estabas?
-Me desmayé en el baño y luego salí.
-¿Visto lo que sucedió acá afuera?
-No, traté de averiguarlo pero no me contaron.
-Están yendo al comedor, donde estarán a salvo.
-¿De qué?
-Asesinaron a un estudiante más- el director la interrumpió y no me pudo terminar de pasar la información.
-¿A quién? ¿¡A quién!?
[...]
<Sábado 11:50>
Siguiendo la fila, llegué al comedor y tomé mi asiento. Mirando mi reflejo en la cuchara, del derecho y del revés, comencé a pensar. ¿Dónde estará Héctor? Trataba de no pensar que él era este nuevo estudiante muerto pero era imposible.
-¿Cómo se sintió clavarle el cuchillo a Enzo?- intentó bromear Benjamín sentándose enfrente mío.
-Yo no lo hice y lo sabés.
-¿Cómo que lo sé?
-Y sí, es obvio que no fui.
-Dame una razón.
-Ehh, soy yo. Se explica solo- lo observé bien, sus manos estaban rojas y sus ojos llorosos-. ¿Estás bien?
