08- Peligrosa

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Claudia preparó la comida para nosotras, dice que siendo modelo debe conseguir más talentos, por si en algún momento lo requiere. También dijo que fue a un curso de cocina para preparar pastas y quiere ver qué tanto aprendió.

Me llevo el tenedor a la boca, intentando disimular el temblor de mis manos, sinceramente ni siquiera tengo apetito.

- ¿Estás bien?- pregunta la ojiazul a mi lado, yo la miro y asiento, ella tiene las cejas fruncidas y parece buscar algo en mi rostro.

- Eh... La verdad es que no tengo mucha hambre, yo creo que mejor ya me voy.- les sonrío a ambas y me paro de la mesa para salir, pero Billie viene detrás de mí.

- ¿Por qué quieres irte? Acabo de llegar, ni siquiera hemos hablado, ¿Sucedió algo?- la miro, ella tiene un brillo de preocupación en sus ojos.

- No, Billie... Todo está bien.- respondo para calmarla pero eso no la convence.

- Dime qué pasó, estuviste llorando, ya me di cuenta- toma una de mis manos y la acaricia. - Y estás temblando.

- Está todo bien.

- Ven aquí- pasa sus manos por mis hombros y me pega a su cuerpo, sin poder negarme más, me enredo a su torso, dejándome abrazar por ella.

Suelto un suspiro entre sus brazos, ¿Es posible que los abrazos de una persona a la que conocí hace tan sólo unos días me hagan tan bien?, me aferro más a su cuerpo, sintiendo mi garganta quemar por las ganas de llorar pero me esfuerzo para no soltar ninguna lágrima.

Nos separamos luego de un minuto en el que ella frotaba mi espalda para ayudar a relajarme.

- Tengo que devolver la moto al taller.- hablo después de unos segundos para cortar el silencio.

- Yo te acompaño.- me mira con sus intensos ojos oceánicos y me gustaría negarme pero simplemente no soy capaz.

- Está bien.- respondo en un murmullo, ella sonríe a medias y avisa a Claudia que nos vamos.

- ¡Está bien chicas! ¡Vuelvan cuando puedan comer mi pasta tranquilas! ¡Llámenme si necesitan algo!- grita desde el comedor, aquella chica parece bastante simpática y amable.

Ambas salimos y subimos a la moto y conduzco ahora más calmada que anteriormente. Ella tiene sus manos en mi cintura como normalmente lo hace, pero esta vez, siento como su torso se pega más a mí y abraza mi cintura, acariciando mi abdomen por encima de mi blusa, seguidamente escabulle su rostro dentro de mi abrigo y deja un beso en el área entre mi cuello y mi hombro. Todo esto me descolocó terriblemente, supongo que lo hizo como un gesto amistoso, para darme algún tipo de cariño y que me sienta acompañada pero aquella acción creó una terrible tensión en nosotras que me daba una sensación extraña en el estómago y me ponía extremadamente nerviosa.

Al llegar al taller volví a tomar su mano como hago siempre que venimos aquí, aunque estuviera nerviosa y las manos me sudaran como dos grifos. Al tratar de entrar al taller los mismos hombres de hace rato me lo impidieron.

- Calma, sólo vengo a devolver la moto y a disculparme.- les explico con el tono más calmado pero ellos no parecen convencidos.

- Dejenla entrar.- habla la voz de Dante desde adentro y es cuando ellos se quitan.

Meto la moto y la acomodo en su lugar, Dante sale del auto y me mira.

- Me hiciste caso.- habla cuando nota la presencia de Billie ahí.

- Algo así...- siseo.

-¿Ya estás más calmada?- Billie observaba toda la situación con una expresión de confusión.

Oportunidades Destinadas [Billie Eilish]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora