04- Perdidos

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Una condición de la que padecemos muchos es querer encontrarle una razón a todo, querer buscar motivo del porqué, encontrar algún culpable con el que puedas despojarte a ti o a cualquiera de la responsabilidad.

Haber crecido en un hogar tranquilo, lleno de amor y felicidad y un montón de formas para expresar quien eres, donde nadie te impone quien ser o te señala por ser como eres, donde todos son personas maravillosas para luego ser una adolescente con depresión no tiene mucho sentido. Ahí es donde comencé a preguntarme ¿Quién fue el responsable de lo que me pasa? Nunca hubo nadie, siempre fui yo quien me lastimó y todos a mi alrededor siempre han querido cuidar de mí, pero, ¿Cómo podrían cuidarme de mí misma?

Cuando alguien te lastima o sientes que no es bueno para ti, te alejas, dejas a esa persona y aprendes a vivir sin ella. Mi condena siempre será vivir eternamente conmigo, jamás podré alejarme de mí, jamás podré deshacerme de mí por más que lo desee y ese sentimiento de querer salir de ti misma te da ganas de arrancarte la piel, porque se siente como la claustrofobia, sientes como si estuvieras encerrada en un minúsculo cuarto sin luz y en el que no puedes moverte, en el que te cuesta respirar y del que quieres salir desesperadamente pero no puedes salir de él porque es demasiado pequeño y oscuro como para conseguir moverte hacia la salida. La diferencia de tenerte miedo a ti mismo y tener miedo a los lugares pequeños, es que en lugar pequeño siempre habrá una salida, pero de ti mismo no.

Cuando las personas notan esto en alguien tienden a alejarse, se asustan y quieren estar lo más lejos posible de esa clase de personas, no quieren terminar como ellas. El mundo suele rechazar a las personas heridas, a las personas que están "perdidas", porque son problemáticos, porque están locos, porque terminarás igual a ellos y entonces estarás perdido también, pero, ¿Quién dice que esas personas no son los perdidos?

Nadie quiere ayudar a esas personas, porque querer meterte en eso es como meterte en arena movediza, quizás logres sacar a esa persona de ahí, pero terminarás huniendote tú. Pero, ¿Qué pasa si son dos personas perdidas las que se ayudan? Quizás salga bien, o quizás no, pero qué más da si no sale bien, si mueren no habrá diferencia, porque para el mundo ya están muertos, y algo que ya está perdido no puede perderse más. Un perdido puede dejar de ser un perdido pero no puede convertirse en más perdido, así funciona.

O quizás sólo busco un pretexto para no alejarme de ______. Quizás sólo la estoy usando para darle algún sentido a mi vida. Quizás siento que la puedo ayudar. Quizás es porque me siento mejor con una sola conversación con ella que con mil conversaciones con cualquier otro. Quizás, sólo quizás, siento que ambas podemos hacernos bien, porque no hay nadie que entienda mejor el dolor de una persona perdida, que otra perdida.

- ¡No me importa! ¡Quiero que te alejes de esa chica!- habla mi madre exaltada.

- ¡Pero no tiene nada de malo que seamos amigas! ¡Ella no es mala!- Zoe le había dicho a mi mamá lo que sucedió ayer y también que salí de la escuela hace unos días.

- Quizás ella no es mala, pero su entornos sí y no quiero que termines como ella.- explica ahora más calmada, mi padre y Finneas sólo observan sin decir nada.

- ¡¿Terminar como ella?! Mierda mamá, ¿Te estás escuchando?- la miro con reproche - Ella ya es juzgada y rechazada lo suficiente, sólo necesita una amiga.

- Billie, te meterá en problemas.- mi madre me mira con preocupación, yo frunzo el ceño tensando la mandíbula.

- Sé cuidarme.

- Billie, obedece a tu madre y aléjate de esa chica, es por tu bien.- interviene mi padre.

- No voy a alejarme de ella.- sentencio decidida.

Oportunidades Destinadas [Billie Eilish]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora