11- B.O

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Ya es sábado, Billie asistió el viernes a la escuela y después de la escuela pasamos todo el día juntas, este sentimiento de saber que tengo que alejarme, pero no poder me pone demasiado ansiosa. No quiero alejarme, ni siquiera estoy tratando de hacerlo, pero está ese pensamiento en mi cabeza que llega cada vez que siento cosquilleos en mi estómago o Billie hace algún gesto cariñoso que me dice "esto saldrá mal, aléjate mientras puedas" y me hace visualizar todas las maneras distintas en las que esto se podría ir a la mierda.

Billie y yo estamos ahora en mi casa, estamos en mi cama y nunca tuve mejores días. Antes mi definición de tranquilidad era simplemente no tener a mis padres presentes, ahora es no tener a mis padres presentes para poder traer a Billie a mi casa y comernos toda la comida que hay mientras vemos cualquier película a la que no le préstamos atención porque ver nuestros rostros y escuchar nuestras risas es más importante.

¿Qué tan bueno puede ser todo esto? Mi mente no para de preguntarse lo mismo cada que estoy con ella y quisiera que parara. Estoy flotando en un montón de posibilidades y deseo que en cualquiera de esas, o al menos la mayoría no tengan un final desastroso, deseo que en esas posibilidades yo pueda mantener a Billie conmigo.

Estoy intentando dormir pero últimamente es algo complicado. Abro mis ojos al sentir una sútil caricia en mi mejilla y entonces me encuentro con sus ojos mirándome con un brillo que me desconcierta, ella rápidamente retira su mano de mi rostro y me mira con sorpresa.

- Lo siento yo...- no termina de hablar, creo que la tensión en el ambiente es demasiado como para poder completar una oración.

No digo nada, no soy capaz, ambas sólo nos miramos, esperando algo, cualquier cosa de la otra, sumergidas en la gran adrenalina que causó aquella interacción. No sé como reaccionar cuando siento a Billie acercarse a mí, y no sólo nuestros rostros, sino nuestros cuerpos están a unos muy pocos centímetros, mi respiración está acelerada y la suya también, observo sus ojos cerrarse lentamente y cada vez se acerca más a mí, siento algo caliente recorrerme todo el cuerpo y mierda, tengo unas ganas sofocantes de besarla, observo sus labios rosados y la temperatura aumenta en mí.

Nuestros labios se rozan y estamos a punto de besarnos pero me lanzo fuera de la cama con la respiración pesada y un cosquilleo que no parece querer dejar mi estómago. Estoy de espaldas a Billie, ni siquiera puedo mirarla.

- Perdón, lo siento, en serio no sé porqué hice eso, no quería incomodarte, Dios, lo siento.- habla rápidamente tropezando con sus palabras.

- No te preocupes.- apenas consigo responder, no quiero hacerla sentir incómoda o mal, pero ahora mismo no puedo encararla.

- ¿Está todo bien? Juro que no volveré a hacer algo así.- habla con miedo acercándose a mí, trago en seco y me doy la vuelta.

- Está todo bien, Billie, no pasa nada.- le doy una sonrisa tranquilizadora y la rodeo en un abrazo para calmarla, pero ahora mismo siento todo lo que no quería sentir.

- Bueno, creo que ya mejor vuelvo a casa, esto de quedarme a dormir en otro lugar sin avisar comienza a molestar a mis padres.- explica intentando bromear y yo sonrío.

- ¿Quieres que te acompañe?

- No, está bien, se hará tarde y no quiero que tengas que volver a casa de noche.- hago una mueca y ella sólo se despide con la mano y sale de la habitación.

Lo arruiné.

...

Es miércoles y no he hablado con Billie, creo que todo se volvió incómodo y es completamente comprensible que no quiera hablar, decidí tampoco insistir y dejarla hacer lo que creyera mejor.

Oportunidades Destinadas [Billie Eilish]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora