06- Flotando En La Nada

154 19 10
                                    

Pasé toda mi vida rodeada de arte, cuando era muy pequeña mis padres siempre tocaban para mí y para mi hermano, siempre reproduciendo algo de música, un poco más grande entré a un coro y clases de canto, luego también comencé a hacer danza contemporánea. De las cosas que más he amado hacer en toda mi vida, lo del canto y la música es de Finneas, lo mío es bailar.

O al menos eso creí hasta que me lesioné a los quince y jamás pude bailar de nuevo. Mis padres siempre quisieron darme la libertar de encontrar mi pasión, el motor de mi vida, o así lo llaman ellos, hice un montón de cosas hasta que encontré la danza, lo que más amaba, lo que pensé que haría toda mi vida. ¿Qué haces cuando encuentras el motor de tu vida y luego te es arrebatado de las manos? No hay nada peor para una persona que quitarle lo que más ama en el mundo, quitarle lo único que la hace feliz. Es como si le quitarán algún órgano a alguna persona, posiblemente siga viviendo, pero ya no con la misma normalidad de antes, ya no con la misma vida. Queda un vacío, uno que no se puede ver pero sabes que está ahí y no se llenará con nada, esa persona ya no es igual, porque sabe que le hace falta algo. Así se siente quitarle a alguien lo que más ama. No puedo decir que el motivo de mi depresión sea eso, quizás sí un poco, pero estoy segura de que nadie ni nada me va a lastimar más de lo que ya lo he hecho yo.

Ya es de noche, las nueve para ser específicos, hace una hora llegué a mi casa después de pasar el día con _______. Mi suposición era cierta, es una chica noble, con un corazón hermoso que sigue sin poder ver eso. Sigo con su sudadera puesta, no me la quiero quitar nunca. Estoy tirada en mi cama, repasando todo lo sucedido y llego a ese momento. _______ me preguntó "¿Por qué?" Y esa pregunta la he intentado evadir cada vez que puedo.

Es porque me odio, porque no soporto ser yo, no soporto estar en este cuerpo y no soporto ser quien soy, odio mi mente, odio mi cuerpo, odio cada pequeño rasgo de mí.

Pero si algún día quiero decirle el porqué, ¿Cómo lo haría? ¿Qué le diría?

- Ja... Me encontré con tu chica- habla mi cuñada a mi lado, me levanto de inmediato.

- ¿De qué hablas?- miro su teléfono, donde parece estar mi respuesta.

- Mi amiga me envió un vídeo de una fiesta y ahí aparece la chica esa- habla Claudia, le quito el celular de las manos y veo el video, sólo aparece su rostro por un segundo.

- Vamos a ir ahí, tú y yo y no le dirás nada a mi hermano.- le ordeno y ella encarna una ceja mirándome con una sonrisa pícara.

- Estás enamorada de la drogadicta, ¿No es así?- frunzo el ceño al escuchar como la llamo.

- No la llames así.- sé que no lo dijo en serio, pero prefiero que no lo diga.

- Oye... Pero tú ni siquiera sabe si me invitaron.- habla ella y reviro los ojos.

- Carajo, ¿No te invitaron?- la miro con reproche.

- Sí me invitaron.- responde con una sonrisa traviesa y yo suspiro, tomo un abrigo y salimos de casa sin avisar a nadie.

Subimos al auto de la castaña y arrancamos hasta aquella dichosa fiesta. Al llegar era justo como en las películas, había un desastre, era muy temprano y ya todos estaban drogados. Me aterraba encontrar a _______ así, sólo la he visto drogada dos veces, cuando la conocí y el primer día de escuela, que podía verse claramente que se había drogado. Pero ahora es diferente, ahora se volvió más importante de lo que era entonces y me dolería verla así.

- Espero encontrar pronto a tu novia, no me gusta estar en esta clase de lugares.- reviro los ojos al escucharla.

- Claudia, ¿No has entendido el plan? Vamos a estar aquí casualmente y por pura coincidencia nos vamos a encontrar con ella, ¿Entiendes?- le explico a la ojiverde, quien me mira con desaprobación.

Oportunidades Destinadas [Billie Eilish]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora