XXI. NEVER

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Una vez más, el sol alumbró en su ventana despertando a ambos hermanos. HyunJin, como siempre, fue el primero en abrir los ojos, ya con un dolor casi nulo en su parte baja. Dio un beso en la frente al menor para despertarlo.

Realmente ahora se encontraba de mejor ánimo que cuando se acostó. La conversación que había tenido con la bruja, digo, señorita Scarlett, aunque había sido de pocas palabras, logró molestarlo y ponerlo de mal humor. Si bien ella había conseguido el permiso firmado y ahora podría asistir al campamento, cosa que lo tenía más feliz de lo pensado, el curso que estaba tomando el "favor" que tendría que devolver no le olía para nada bien.

-Flashback-

Todo había comenzado luego de despedirse de sus amigos en la escuela y tomar su limusina a casa. Al llegar, notó que, de nuevo, y tal como todos los días, el auto de la señorita Scarlett estaba ahí. Desde que tiene memoria, no hay un día en que aquella no esté metida en la mansión.

Abrieron la puerta y, cuando estaba más que dispuesto a subir a su cuarto siguiendo los pasos de su hermano, apareció la mujer sin ninguna vergüenza, caminando como si fuera su casa, sin detenerse a mirar a nadie a su paso. Trazó un camino desde el pasillo donde estaban los salones para invitados hacia la oficina de su padre, pero antes de perderse de vista, le llamó con un gesto que solo él notó.

—Se me ha quedado algo en el auto, ya te sigo, Lix— dijo a su hermano, retrocediendo los pocos escalones que había avanzado y simulando que se dirigía a la puerta.

—Está bien, Jinnie, no tardes— escuchó a su hermano responder. Mientras este terminaba de subir, se mantuvo dando pequeños pasos hasta que le perdió de vista. En ese momento, retomó el verdadero camino y se dirigió directo a la oficina de su padre.

Simplemente se planteó en hacerlo rápido, entrar apenas saludando a la mujer –y eso por respeto–, tomaría su permiso firmado y luego no volvería a cruzar palabra con ella... o eso creía.

Tocó la puerta y, sin esperar que la mujer le invitara a pasar, la abrió y se adentró como si fuera su propio cuarto.

—Tal parece que esa escuela tan cara no te ha servido de nada. Tu padre está malgastando su dinero en ti, pues veo que no te han enseñado que no se entra hasta que la otra persona te invite— reprochó la mujer con una sonrisa burlona en su cara.

—Esta es mi casa. Yo no soy quien se pasea sin vergüenza en casa ajena sin notar que está en el lugar que no le corresponde— respondió el chico, tomando asiento en la silla vacía frente a la mujer, siendo separados apenas por el escritorio.

—De hecho, estoy en el lugar más indicado que tú. Pero, en fin, supongo que vienes por tu permiso— comentó la mujer, dejando de lado los documentos que anteriormente leía y mostrándole una carpeta que suponía tenía el papel.

—Es verdad, así que, si usted me lo entrega rápido, yo me iré de aquí y dejaré de interrumpirla— comentó HyunJin con una sencillez burlesca, estirando su mano para tomar la carpeta.

—Alto. No sabes lo difícil que ha sido convencer a tu padre de que firme. He tenido que hablarle mucho de negocios de futbol, cosa que ni me interesa— contestó, retirando de inmediato la carpeta de su alcance.

—Lo siento, pero ambos hicimos un trato y creo que deberíamos asumir las consecuencias. Ambos elegimos lo que queríamos a cambio— dijo el chico, poniéndose serio. Ahora lo que pasaba por su cabeza era que tal vez esta mujer ya no querría cumplir con el trato o le tendría preparada otra jugada.

—Ahora que lo mencionas, es verdad. Por eso para mi parte solo te pedí un favor, el cual cumplirás cuando yo lo necesite— comentó la mujer con cierto tono conveniente, levantándose de la silla y acercándose al menor, provocando que se empezara a sentir una tensión de inquietud entre ambos.

Stupid Love Story [Stray Kids]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora