Stupid Love Story [Stray Kids]

XXIV. LET ME LOVE YOU

HyunJin llegó a la escuela unos minutos antes de las 10 de la mañana. Después de todo lo que había pasado para poder ir al campamento, no permitiría que lo dejaran fuera por llegar tarde. Claro que pensaba que probablemente el entrenador no se iría sin él; preferiría esperarlo a dejarlo fuera del equipo.

Saludó al entrenador y se sentó un poco separado del grupo, esperando la hora de salida. Miraba su celular para ver si su hermano le había enviado algún mensaje, pero al parecer este ni siquiera se había conectado desde la noche anterior. Tal vez solo había seguido durmiendo un poco más. Sin más que hacer, se distrajo leyendo hasta el punto en que ni siquiera se dio cuenta cuando su amigo llegó, abrazándolo por la espalda y tapándole los ojos.

—¿Adivina quién soy? —preguntó el mayor en un tono juguetón desde la espalda del mellizo.

—Es obvio que eres tú, Christopher —respondió HyunJin, esbozando una sonrisa al sentir a su amigo.

—¿Me extrañaste? Porque yo sí. Y ya que estamos en confianza, mejor dime Chris —dijo Christopher, sentándose al lado de HyunJin y pasando su brazo por los hombros en señal de cariño.

—Si apenas nos vimos ayer —comentó HyunJin, mirando divertido al otro.

—Sí, pero me hiciste falta. Además, no sabes lo contento que estoy de que voy a tener todo un fin de semana para mí —dijo Christopher, mientras algo en el interior de HyunJin comenzaba a latir rápidamente por la emoción.

—Vamos a estar con el equipo —añadió HyunJin, buscando la reacción del otro, sabiendo muy bien a qué se refería.

—Pero estoy seguro de que vamos a compartir habitación, y eso es diferente —y como si ambos estuvieran de acuerdo en todo, sonrieron antes de ser llamados por el entrenador para la reunión previa a la subida al autobús.

—Escuchen, serán 2 horas de viaje. Cuando lleguemos al campamento, iremos directo a entrenar. Debemos preparar nuestras nuevas tácticas para asegurar la victoria el lunes. Así que suban al autobús y no dejen nada —explicó el entrenador, señalando la puerta del lujoso vehículo. Se notaba que la escuela era muy costosa, hasta el autobús parecía profesional.

Acatando la orden, ambos chicos subieron y encontraron un par de asientos vacíos casi en la parte trasera para sentarse juntos. HyunJin se sentó junto a la ventana y Christopher en el asiento del pasillo.

—¿Quieres escuchar música conmigo? —preguntó Christopher al ver que HyunJin miraba por la ventana, hipnotizado por el paisaje.

—Bueno, es que yo no escucho música —respondió HyunJin, mirando apenado a Christopher.

—¿Qué? —exclamó Christopher, sorprendido—. ¿Cómo no vas a escuchar música? ¿Estás bromeando?

—Lo siento, es que mi padre nunca nos ha dejado escuchar música más allá de lo que él escuchaba, y la verdad es que a Félix y a mí nos aburría esa música, así que preferimos no escuchar nada —explicó HyunJin, provocando que Christopher casi perdiera la cabeza al escuchar semejante aberración.

—No me jodas, voy a matar a ese hombre. No puedo creer que nunca les haya dejado escuchar el idioma de los dioses —dijo Christopher, visiblemente alterado. HyunJin se asustó un poco al ver tan alterado a su amigo por algo que a él le parecía tan simple.

—Lo siento, tal vez te parezca algo ridículo, pero realmente así fui criado —dijo HyunJin, más cohibido y triste, temiendo que la percepción de Christopher sobre él cambiara.

—No, para mí no eres ridículo. Es decir, es como si me volaras la cabeza con la revelación más absurda del mundo, pero no eres ridículo. —Christopher guardó silencio, pensando bien sus próximas palabras—. Aunque quisiera saber qué otras cosas te han prohibido del mundo para enseñártelas.