Náuseas

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POV Rebecca

-¿Me estás diciendo que te dejó sola en su propia casa?- La cara de Non era de estupefacción. La verdad es que la historia era bastante difícil de creer.

-Que sí-

Hasta a mi me costaba encontrarle el sentido a lo que había pasado dos días atrás. Cuando abrí los ojos en la cama de Freen Chankimha ella no estaba. Tampoco estaba ni su abrigo ni su bolso. Se había esfumado. Yo la esperé porque cuando se trata de ella soy así de patética. Dos horas. La estuve esperando dos horas en su casa a que volviese. No lo hizo. Y a mí no me quedó más remedio que marcharme. Había pillado la indirecta.

-Vale, a ver si lo he entendido bien. La llevas a su casa, te pide que te quedes con ella, os dormís abrazadas, y después se pira sin dejarte ni siquiera una nota esperando a que te vayas de su casa. ¿No?-

Mierda Freen, ¿en serio me has hecho eso?

-Es un buen resumen.- Me hundí aún más en el sofá de mi salón. Non había acudido a mi llamada de socorro cuando le dije que necesitaba hablar. Me había pasado todo el sábado dándole vueltas a la cabeza, y si pasaba un sólo día más en mi casa hablando sola como una desquiciada probablemente me iba a convertir en una.

- Es que no lo entiendo.- Se llevó una de sus manos a la cabeza mientras se sacudía el pelo pensativamente.- Según tú, esa chica te ignora desde el momento que os conocisteis. Jamás ha tenido una palabra agradable para ti. Maldición, si alguna vez has llegado a decirme que te mira como si fueras menos relevante que una cucaracha. Y el día que se encuentra mal deja que la acompañes a su casa, te pide que te metas en la cama con ella y se acaramelan muy juntitas. ¿Me puedes explicar la parte que me estoy perdiendo?-

A mi también me gustaría que alguien me la explicase.

-No tengo ni idea de lo que está pasando Non. Últimamente hemos vivido un par de situaciones en las que la he visto... no sé, diferente conmigo. Es como si por momentos se despistara y se olvidase de que me desprecia. A veces me mira de un modo que no puedo comprender.-

Mi amigo me miraba con pena.
Genial, aparte de la pena que te das a ti misma, se la das a todos los que te rodean.

-Ya sé que sueno como una loca. Pero esto es en serio. Algo ha cambiado. Es como si a veces no pudiese evitar acercarse a mi, aunque ella no quiera. Es la sensación que me da. Y no lo entiendo, me va a explotar la jodida cabeza por su culpa, ¡mierda!- No pude evitar alzar la voz. La frustración que me estaba provocando no entenderla me sacaba de quicio.

-Relájate Rebecca.- Se me acercó en el sofá y pasó su brazo por mis hombros, dejando que me recostase contra su pecho.- Habla con ella. Ya sé que me has dicho muchas veces que te evita, y que no sueles tener oportunidades de acercarte a ella. Pero me parece que después de lo del otro día una conversación te mereces. Búscala y arrincónala hasta que te explique lo que le pasa contigo. Me parece mejor solución que estar en el limbo en el que te encuentras. Se te está poniendo cara de loca hermana.

Me reí suavemente con su insulto. Cómo quería a ese imbécil. Y tenía razón. Iba a hablar con ella. Aunque ella no quisiera. Necesitaba respuestas.

-¿Te quedas a cenar?

- Sólo si pedimos algo. Tú cocinando en el estado psicótico en el que te encuentras puede ser un desastre. Seguro que vuelas el edificio...- Dejó de hablar cuando mi codo impactó contra sus costillas.

-Mira que tienes poca gracia Non. ¡Vete de mi casa!- Fue lo último que alcancé a decir antes de estallar en carcajadas por sus cosquillas.

Al día siguiente allí estaba. Mi vida parecía el maldito día de la marmota. Otra vez mirándola desde mi escritorio. Y ella sin dirigirme la palabra en toda la mañana.

Mírame | FreenBecky (adap)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora