Qué consentidos que los tengo eh...
Estamos cerca del final, asi que disfruten despacito.
Tengo planeado una maratón para terminar. Asi que, comenten de qué país leen y lo haré realidad para el próximo jueves.
POV Rebecca
Removía el café sin parar, como si aquel movimiento circular fuese a mandarme la inspiración que necesitaba. El problema era que me encontraba a 7de junio, diseñando la campaña digital de invierno. Entendía los plazos en los que se movían las empresas, y la antelación en cuanto a las temporadas, pero no era capaz de pensar en nada decente con aquel sol abrasador que podía ver a través de los cristales de la cafetería donde me encontraba. No me imaginaba la forma que debía tener la página web en otoño, cuando iba vestida con una falda vaquera tan corta como la decencia me permitía, y una camiseta roja de tirantes. El aire acondicionado ayudaba a no morir de un síncope, pero el calor estaba fuera, y yo era demasiado consciente de ello.
Detuve el movimiento de la cucharilla, y volqué la taza en un vaso de vidrio con hielo, que el camarero muy amablemente me había traído, aunque yo no se lo había pedido. El café caliente sólo iba a conseguir derretirme aún más el cerebro. Me llevé el líquido a los labios y obligué a mi mente a seguir pensando. Y barajé colores, tipografía de letra, temáticas, eslóganes, pero no me convenció ninguno. Eché de menos tener un compañero de trabajo. El trabajo que veníamos haciendo Freen y yo, llevaba algo más de dos meses siendo únicamente mi responsabilidad. Saint había contratado a un chico para que me diera una mano, pero no había salido demasiado bien. Aparte de que no era especialmente creativo, ni siquiera me dejaba trabajar, porque me pasaba la mayor parte del tiempo esquivando las indirectas que me tiraba, de la manera más educada que podía. En algún otro momento quizá me hubiese planteado tener algo con él para entretenerme.
En algún otro momento.
Al final Saint había acabado despidiéndolo. Y yo le había asegurado que podía encargarme del trabajo sola temporalmente. No quería sustitutos de Freen que sólo me diesen más dolores de cabeza de los que tenía. Y tampoco quería que acabasen contratando a alguien que pudiese hacer el trabajo como lo hacía ella, porque entonces no podría volver.
Me abofeteé mentalmente mientras que me pasaba la mano por el pelo. Me había obligado a no vivir como si la estuviese esperando. La mayoría del tiempo lo conseguía. Casi era capaz de respirar sin sentir que algo me faltaba. Menos cuando estaba en la oficina y levantaba la mirada para encontrarme una oficina vacía frente a la mía. O cuando escuchaba tacones por cualquier pasillo y no podía evitar buscarla detrás de ese ruido. En esos momentos se me hacía un poco más difícil, pero por lo general, me sentía bastante orgullosa de si misma.
No era feliz, pero no daba tanta pena. Por lo menos ya no sentía las ganas incontrolables de llorar cada vez que veía un pelo negro. La verdad es que Nam no había sido mi visión favorita desde que ella se fue.
Cómo si pensándola la hubiese invocado, mi teléfono empezó a sonar, y el número de mi amiga apareció en la pantalla.
-¿Dónde estás, alma en pena?- No me había dado tiempo a saludarla cuando escuché la voz de Nam. Llevaba llamándome así desde que me negaba a salir de fiesta con la misma asiduidad que lo hacía antes. De eso también me sentía bastante orgullosa, ya no me desfasaba para intentar distraerme de mis miserias.
- Pues en una cafetería, intentando trabajar. ¿Te suena la palabra?-
-¿Trabajando? Becca, sabes que es sábado, ¿verdad?- Para Nam los sábados eran sinónimo de fiesta. Para mi también lo eran hasta hace росо.
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Mírame | FreenBecky (adap)
FanficADAPTACIÓN Rebecca puede enumerar la cantidad de lunares que Freen lleva en su cuello. Puede incluso recordar la cantidad de veces que la vió sonreir...a otros, nunca a ella. ¿He mencionado ya que mis ojos son incapaces de apartarse de ti cuando te...