Your piscopath [ Giyuutan ] Pausada

8

—¿Te acerco a tu casa? —abrochándose la camiseta y colocándose la corbata que le había traído Tanjiro. Ya han quitado el pestillo.

—Si quieres, no te diría que no —él ya está completamente vestido. En el interior de él ahora mismo pasa la misma frase 'le gusta tener sexo con él'. ¿Eso es malo o bueno? Ahora mismo no lo sabe, solo tiene claro que le gusta.

—Por cierto, ¿qué me querías decir? Me habías esperado para decirme algo, ¿no? —se sobresalta un poco. Era una excusa.

Va a ser sincero—Era una excusa, ¿no puedo? Quería verte y a parte traerte la corbata y tu móvil. Que de hecho, tu fondo de bloqueo es muy soso, ¿lo sabías? —riendo un poco. Giyuu solo suspira por amabas cosas dichas por el menor. No entiende como tienen tan buen ambiente después de tanta pasión.

—Sobre la excusa, no hacía falta decirla, haberlo dicho directamente. Y sobre lo de mi fondo, ¿qué importa? —viendo la espalda de Tanjiro hasta que se gira y ve sus ojos.

—¡Claro que importa! Tendrías que poner a tu querido novio para dejar claro a las personas que quieran pedirte el teléfono que ya estás pillado —quizás suena muy directo, pero es la verdad. Se sentiría celoso con chicas pidiéndole salir o una red social. Incluso si es un hombre, también se pondría celoso, después de todo él lo es y míralos, teniendo relaciones más allá de lo 'romántico'.

—¿En serio lo dices? —pensaba que eso de ser pareja no era tan relevante, pero vaya si lo es. Tanjiro asiente con efusividad su cabeza. Le coge el móvil que está en su bolsillo y lo enciende.

—Mira, es el típico que viene predeterminado cuando lo compras —lo muestra y de paso se desbloquea por captar su cara y tener el desbloqueo facial activado. Tanjiro vuelve a acercarlo a él como si no lo hubiera visto antes y haciendo como que busca aplicaciones que ya sabe dónde están—. Un día tenemos que hacernos una foto los dos y te obligaré a ponértela de fondo —emocionado con la idea.

Tomioka sonríe al verlo así, relaja un poco la vista, que infantil es a veces. Tanjiro sigue dando razones por las cuales es mejor un fondo personalizado, es muy... mono, tierno, agradable, infantil... le gusta. Le gusta eso de él.

Ahora Tanjiro se abalanza sobre él poniendo sus brazo alrededor del cuello de su azabache—Bueno, ¿me rebatirás que eso es aburrido? —no, no puede rebatirle nada ahora mismo. Esa sonrisita tan inocente y esos ojos brillosos son tan gentiles que puede perderse horas viéndolo.

—No, tienes razón —sus brazos van a rodear la espalda de Tanjiro con ternura. ¿Qué es lo que pasa entre ellos?

—No me puedes quitar la razón nunca —minuciosamente viendo cada facción del azabache, descubriendo muchas cosas que no se había dado cuenta antes. Sus manos ahora van a sus mejillas para estirarlas—. ¿Por qué ser tan serio te hace tan mono? —parece en cumplidos nunca serán discretos—¿Quién es el más bonito? —se siente ahora mismo mimado, como un niño pequeño. Pero mientras, Tomioka está ahí sin entender nada, ¿no sería al revés? Él es el adulto y el mayor—Tú —sonríe con dulzura.

En lo que sus cabezas vuelven a acercarse, la puerta se abre.

—¿Por qué todo el mundo siempre interrumpe? —dice hasta ver de quién se trata—Pero hay excepciones, yo te espero fuera para que me lleves —y se larga de ahí dejando a Rengoku con una ceja lazada y sus brazos cruzados, lleva más de tres horas sin venir a su oficina desde que le dijo que fuera.

—¿Hay explicación o es lo que creo que es? —Tomioka suspira. Es raro tener que admitirlo, pero tiene que hacerlo.

—A ver, tiene explicación —no la verdad es que no, solo ha sido su 'pareja' con deseos saciados de lujuria que no podían esperar a estar en otra situación, y él aceptando por la tentación y caer ante la seducción clara y evidente que estaba haciendo Tanjiro—, o no. Pero ¿qué querías? —intenta sonreír para evitar que se enfade más. Es obvio que la está cagando más.