Capítulo ~3

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Estoy cara a cara con Erebus, mientras esté me mira con sus ojos amarillos brillantes mientras el sol se pone detrás de el.

—No pensé que te vería tan pronto —confesó—. ¿Por qué has vuelto al bosque?

—He salido a pasear para despejarme y me he encontrado con Gil, me ha pedido que os ayude.

—Ah, ya veo, ¿Y que le has dicho?

—He aceptado, por supuesto —digo con obviedad—. ¿Como no iba a hacerlo?

Erebus se acerca, mirándome con curiosidad, y me roza suavemente el hombro con su ala.

Sus plumas son suaves.

—Estás temblando —ríe suavemente.

—Sí, suele ocurrir cuando alguien se abalanza sobre tí desde el cielo.

—Perdona. No conozco bien el comportamiento humano.

No hace falta que lo jure.

—Me alegro de que hayas aceptado ayudarnos.

Asiento lentamente.

—Este proyecto de desarrollo es una amenaza para todos los crípticos —baja la mirada—. De hecho, es lo que Gil y yo estábamos discutiendo anoche cuando nos encontrasteis.

Asiento nuevamente.

—Sabíamos que había que hacer algo, pero no podíamos actuar solos.

—Estáis en peligro y hay que protegeros. Es lo correcto.

—No muchos de tu especie estarían de acuerdo contigo —rueda los ojos.

Su ala roza ligeramente mi mejilla y mi corazón da un vuelco. Parece sentir curiosidad por mi.

—Sabía que eras diferente a los demás humanos cuando nos conocimos —sonríe—. Tu mente... Brilla.

—¿Me puedes leer la mente?

—Sí.

Seguro que tiene muchos poderes. Tal vez sea demasiado pronto para preguntarle sobre eso.

Espera, si puede leerme la mente...

—¿Que quieres saber sobre mis poderes?

—Vaya, ¡Sí que puedes leer la mente!

Erebus asiente.

—¿Es tu único poder?

—No. Como acabas de comprobar, puedo volar más rápido de lo que el ojo humano puede ver, también soy más inteligente —dice orgulloso.

Mira a lo lejos por un momento.

—Eso ha hecho que ciertos humanos sin escrúpulos estén interesados en estudiarme —noto su frustración.

—Así que por eso te has escondido durante tanto tiempo.

—En parte. En cierta parte —lo miro confusa—. Digamos que leer la mente es más una maldición que un don —explica al notar mi expresión—. Estar cerca de los humanos me provoca dolor psíquico.

Ha sufrido mucho, lo veo en su mirada.

—¿Te resulta doloroso estar cerca de mi?

—Por alguna extraña razón, tienes una energía bastante tranquila —dice el rubio.

—Es la primera vez que oigo eso. La mayoría de la gente diría que soy demasiado inquieta y ruidosa.

—Quizá lo seas por fuera... —se acerca—. Pero, por dentro, eres tan clara y tranquila como la superficie de un lago.

𝖯𝖺𝗋𝖺𝗇𝗈𝗋𝗆𝖺𝗅 𝖢𝗋𝗂𝗉𝗍𝗂𝖽 𝖫𝗈𝗏𝖾𝗋𝗌  (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora