Después de su encuentro con Victor, Ford se apresura a regresar a la cabaña. Afortunadamente, el trayecto desde el pueblo hasta su hogar no es tan largo, o quizás el miedo que le produce el bosque le da esa impresión, impulsándolo a caminar más rápido. De cualquier manera, pronto llega a su destino; la combinación de frío cortante y la presión de sus pensamientos lo aceleraron.
Al llegar, la cabaña se siente como un refugio cálido frente al aire helado que corta el rostro. Ford se quita el abrigo, dejando que el calor del interior lo envuelva. Suspira de alivio mientras coloca el abrigo en el colgador cercano. Ajusta sus lentes sobre el rostro, que aún se siente rígido por la frialdad y el esfuerzo de la caminata.
Camina por los pasillos de madera crujiente, el piso de madera resonando con cada paso. La calidez y la familiaridad del hogar contrastan con la frialdad del exterior. Se dirige hacia las escaleras y sube lentamente, sintiendo cada peldaño bajo sus pies. El ambiente acogedor de la cabaña no logra disipar completamente la tensión acumulada en su cuerpo.
Porque no hay rastro de su musa desde ayer.
Una vez en su habitación, Ford se estira en la cama y mira el techo iluminado por la tenue luz de la noche. El cuarto está decorado con muebles rústicos y una pequeña lámpara de aceite que emite un brillo suave que se refleja en el cuarto. La calma del lugar es engañosa, ya que su mente no deja de revolotear alrededor de la ausencia de Bill. Sabe que es raro que Bill falte a sus reuniones diarias, y se dice a sí mismo que probablemente aparecerá al día siguiente. Cierra los ojos, tratando de convencerse de que solo necesita descansar.
Cuando se despierta, la preocupación no ha disminuido. El dolor en su pecho por la incertidumbre sigue presente y el frío de la mañana entra por las rendijas de la ventana. Se levanta, llevándose una mano al rostro para peinar su desordenado cabello marrón hacia atrás. Sus movimientos son automáticos mientras se prepara para el día, ajustando sus lentes y vistiendo un suéter. El eco de sus pasos resuena en la cabaña silenciosa.
Ford se obliga a seguir su rutina diaria, aunque la ansiedad le grita que no está en el estado mental adecuado para llevar una vida normal. Ignora la voz en su cabeza que intenta menospreciarlo por su preocupación emocional, y se recuerda que Bill solo es un medio para explorar lo que no puede ver por sí mismo. Es absurdo pensar en una amistad con un ser de otra dimensión, ¿verdad?
Se da cuenta de que está torturándose con esos pensamientos. Bill sí es mi amigo, ¿por qué pienso estas cosas?
Decide que salir de la cabaña es una mejor idea. No soporta la soledad y la sensación de estar atrapado entre las paredes de madera. Se pone su abrigo y sale por la puerta, sintiendo cómo el aire frío le golpea el rostro. El bosque a su alrededor es vasto y silencioso, y el crujido de las hojas bajo sus botas se convierte en su único acompañante.
Llega al cobertizo donde guarda su hacha, y mientras se dirige hacia allí, escucha un crujido. Se detiene abruptamente y levanta la mirada. Un arbusto cercano se mueve, y con un suspiro de esperanza, murmura:
—¿Bill?
A unos metros de distancia, un ciervo emerge del arbusto con tranquilidad. Sus ojos vacíos se encuentran brevemente con los de Ford antes de que el animal vuelva a pastar. Ford lo observa fijamente, sintiendo una mezcla de alivio y decepción. Sacude la cabeza y decide que lo mejor es ir al pueblo.
Ford regresa al pueblo con el propósito de distraerse. En el pueblo, la atmósfera es una mezcla de rareza, y dentro de esa rareza normalidad. Ford se encuentra con algunos de los habitantes, intercambiando saludos y participando en conversaciones triviales que, aunque entretenidas, no logran distraerlo completamente de sus pensamientos. Cada palabra de los aldeanos parece un eco lejano frente a su preocupación constante por Bill Cipher.
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¿Eras realmente como te imaginé? [BillFord]
Fiksi PenggemarUn más joven y sobre todo ingenuo Ford junto a un malvado Bill Cipher que intenta ganarse a toda costa su confianza. Era la receta perfecta para algo que saldrá muy mal. • Bill Cipher x Stanford Pines. (BillFord) • Inspirado en el nuevo libro de Bil...