Pov Carl
Había algo en el aire del bosque, un silencio que no auguraba nada bueno. Caminaba junto a mi padre y Shane cuando de repente sentí un impacto en el pecho. Todo se volvió negro, y lo último que escuché fue el eco de sus voces llamándome.
Pov Isabel
La espera se hacía interminable. Carl aún no regresaba, y algo en mi interior me decía que algo había salido mal. A pesar de que mi padre siempre me insistió en que no debía actuar sola, no podía quedarme de brazos cruzados. Preparé una mochila con lo esencial: un arma que papá me había enseñado a usar, algo de comida, medicamentos y una linterna. Antes de salir, metí un oso de peluche, un recordatorio de tiempos más tranquilos.
El bosque era oscuro y frío, pero no podía detenerme. Las horas pasaron y, aunque mi determinación era firme, no lograba encontrar a Carl. Cuando intenté volver, me di cuenta de que no recordaba el camino hacia la carretera. El pánico comenzó a apoderarse de mí, pero me obligué a mantener la calma. Hice una fogata improvisada, sabiendo que tendría que pasar la noche allí. Antes de poder relajarme, un caminante apareció, y con manos temblorosas, logré matarlo.
Pov Daryl
La nota de Isabel me golpeó como una bala.
"Papi, me fui a buscar a Carl y a Sophia. No te preocupes, estaré bien. Ah, y dejé a mi jirafa de peluche. La cuidas, ¿sí?
Atte: Isabel Dixon."
Mi pequeña niña, mi loca y valiente hija, se había ido sola al bosque. La culpa me atravesaba como un cuchillo mientras recorría el lugar llamándola, pero no había rastro alguno. Sólo encontré un tenue rastro de sangre que me destrozó por completo. Regresé al campamento sintiéndome más vacío que nunca. Cuando Carol se acercó para preguntarme por Isabel, apenas pude hablar.
—Se perdió en el bosque —susurré con la voz rota.
No supe qué más decir. Carol intentó consolarme, pero sus palabras eran un eco lejano. No podía sacudirme la sensación de que había fallado como padre. Durante días me aislé, consumido por la rabia y el dolor. Mi hija estaba allá afuera, sola o... peor.
Pov Carl
Cuando desperté, mis padres estaban a mi lado. Me dijeron que había recibido un disparo, pero estaba vivo, y eso parecía ser suficiente para ellos. Sin embargo, mientras me recuperaba, noté algo: Isabel no estaba. Su ausencia era como un peso en mi pecho.
Me dirigí a Daryl, lleno de una mezcla de miedo y desesperación.
—¿Dónde está Isabel? —pregunté.
Su silencio fue más aterrador que cualquier palabra. Carol, quien estaba cerca, respondió con una voz llena de pena.
—Ella fue al bosque a buscarte... y no volvió.
El suelo pareció desaparecer bajo mis pies. Sentí una rabia indescriptible y arremetí contra Daryl.
—¡Eras su padre! ¡Deberías haberla protegido!
Mi madre me detuvo antes de que dijera algo peor. Esa noche apenas dormí, y cuando lo hice, soñé con Isabel: su sonrisa, su risa, la forma en que siempre encontraba una manera de hacerme sentir mejor.
Pov Isabel
El bosque me había convertido en algo diferente. Los días se mezclaban con las noches, y cada paso parecía alejarme más de cualquier salvación. Había aprendido a sobrevivir por mi cuenta, a pescar en el río y a luchar contra los caminantes que aparecían de la nada. Pero el miedo nunca desaparecía del todo.
Una noche, mientras cocinaba un pescado que había logrado atrapar, sentí que alguien me observaba. El aire se volvió pesado, y antes de poder reaccionar, una mano tapó mi boca y ató mis brazos. Intenté luchar, pero era inútil. Me subieron a un auto y la oscuridad me envolvió de nuevo.
