Pov Isabel
El día de mi octavo cumpleaños fue increíble. Mi mamá, Leah, y mi papá, Daryl, decidieron organizarme una fiesta. Estaba tan emocionada que contaba los días para que llegara el gran momento. Cuando finalmente llegó, todo fue perfecto. Mi papá incluso estaba en casa, y eso me hacía feliz, aunque él y mi mamá estaban separados... o eso pensaba. Días antes los vi besándose, así que creo que volvieron a estar juntos, aunque eso no era lo importante en ese momento.La fiesta comenzó con todos los detalles que había soñado: un pastel enorme, regalos y hasta un payaso. Mi amiga Astrid fue de las primeras en llegar, y con ella ya me sentía en las nubes. Después, llegaron los demás invitados. Mi tío Merle apareció con un oso de peluche para mí antes de irse a sentar. Mi mejor amigo, Anthony, llegó poco después, pero esta vez no estaba solo; lo acompañaba un niño que no conocía, mayor que nosotros por un par de años.
—¿Cómo te llamas? —le pregunté curiosa.
—Carl Grimes —respondió, entregándome un regalo antes de unirse al resto de los invitados.Todo pasó rápido. Cuando la fiesta terminó y la noche cayó, mi papá seguía en casa. Como siempre, estaba bromeando conmigo mientras yo intentaba molestarle por diversión. Mamá, en cambio, había ido a ducharse, dejando que disfrutáramos un rato juntos. Pero entonces el tío Merle irrumpió por la puerta con un tono de urgencia que rara vez usaba.
—Daryl, ven conmigo afuera. Hay algo que tienes que ver —le dijo.
Mi papá asintió y salió con él. Yo me quedé preguntándome qué era tan importante como para interrumpir nuestra noche.
Pov Daryl
Cuando salí al porche, vi el caos. Personas atacándose unas a otras, arrancándose pedazos de carne como si hubieran perdido la razón. Mi mente intentaba procesarlo, pero era difícil.—Hermano, ¿viste eso? —Merle me señaló la escena con expresión grave.
—Claro que lo vi, no soy idiota —respondí, aunque no podía ocultar mi propio miedo.
—Tenemos que irnos. Encontrar un refugio antes de que nos toque a nosotros.Asentí, sabiendo que tenía razón.
—De acuerdo. Tú ve por Isabel, yo buscaré a Leah.Nos dividimos, cada uno con una tarea.
Pov Merle
Fui directo a la sala, donde Isabel estaba jugando con su oso de peluche. Me agaché frente a ella y hablé con rapidez.—Ratita mágica, empaca lo que puedas: comida, agua, medicina, lo que encuentres. No te tardes.
La niña asintió, aunque se veía algo confundida. Una vez que terminamos, salimos de la casa y esperamos en el auto a que Daryl regresara con Leah.
—Tío Merle, ¿dónde están mis papás? —preguntó Isabel desde el asiento trasero, abrazando su peluche.
—No lo sé, ratita. Ya llegarán.Pov Daryl
Corrí hacia el baño, llamando a Leah, pero lo único que encontré fue sangre. Un rastro que me llevó a ninguna parte. Busqué por toda la casa, gritando su nombre, pero no estaba. Finalmente, tuve que rendirme, sintiendo un peso en el pecho. Salí al auto sin decir una sola palabra.Pov Isabel
Cuando mi papá subió al auto, no dijo nada. Sus ojos estaban oscuros, y eso me asustó. Pero no pregunté. Solo abracé mi peluche mientras el tío Merle conducía, y poco después me quedé dormida.Al amanecer, desperté en un lugar nuevo. Era un campamento con muchas personas desconocidas. Me puse nerviosa al ver tantas caras nuevas, pero bajé del auto y seguí a mi papá. Él me explicó lo que había pasado con mamá, y mi corazón se rompió un poco. No quería creer que ya no estaba con nosotros.
(Narrador)
El campamento al que llegaron estaba liderado por un grupo de sobrevivientes: Lori, Shane, Carl, Carol, Sophia y algunos otros. Aunque había pasado poco tiempo desde su llegada, Daryl, Merle e Isabel lograron adaptarse rápidamente.Un día, mientras Isabel jugaba sola, Sophia se le acercó con una sonrisa amigable.
—¿Quieres jugar a las muñecas? —le preguntó.
Isabel miró a su papá, quien asintió.
—Ve, ratita. Diviértete un rato.Siguiendo a Sophia, Isabel llegó a su tienda de campaña, donde también estaban Carol y otro niño. Era Carl Grimes, el mismo que había conocido en su fiesta.
—Tardaste, Sophia —se quejó él, cruzándose de brazos.
—Sí, pero traje compañía. Es la hija de Daryl —respondió Sophia, animada.
—Hola... —dijo Isabel, saludando tímidamente.
Era la primera vez desde el inicio del apocalipsis que hablaba con otros niños de su edad, aunque Carl y Sophia fueran un poco mayores. Aun así, algo le decía que este no sería el último encuentro con el misterioso Carl Grimes.
...
Hasta aquí el capítulo de hoy espero les haya gustado 😸, quizás mañana o hoy se suba el siguiente byee😎