𝐀𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐦𝐚𝐥 𝐩𝐚𝐠𝐚𝐝𝐨 || Vox x T/N

Capítulo 2

"Trabajo extra"

— Y a continuación tendremos una entrevista exclusiva con la hija de Lucifer, el dueño de todo, para platicarnos sobre su nuevo y apasionante proyecto... ¡Eso y más después del corte! — Escuchas a la presentadora Katie Killjoy decir antes de voltearse para maldecir a su compañero y finalmente ser cortados por los comerciales.

Te encuentras en tu pseudo oficina, con el monitor encendido viendo las noticias matutinas y una taza de café caliente en las manos. Normalmente no estarías viendo los canales de "la competencia", pero la entrevista con la princesa Charlotte te llamaba la atención.

El primer programa televisivo al que Charlotte Morningstar había tratado de contactar para hablar sobre su proyecto no había sido 666 News, sino que ella había tratado de realizar una entrevista con Vox.

No era secreto para nadie que la cadena televisiva más importante era la de Vox y por lo mismo su gran alcance era monstruoso. Tal vez por eso la princesa se había contactado con ustedes primero, pero como había sido rechazada rotundamente por Vox no tuvo de otra que ir con otros menos famosos.

Cuando te llegó la petición por parte de la princesa para realizar una entrevista con Vox te habías sentido algo emocionada, después de todo no todos los días tenías la oportunidad de conocer a la realeza. Además, Charlotte era infame entre los demonios y no porque fuera temida o generará respeto por su apellido, sino más bien era ridiculizada por su manera de actuar y sus ideales.

Admites que cuando escuchaste sobre "El hotel feliz" te reíste, no con intenciones malvadas, simplemente te parece ridícula su idea de intentar redimir pecadores. Sientes que la princesa no estaba viendo su idea desde un punto de vista lógico. Era cierto que la sobrepoblación del infierno era un problema grave, pero... ¿Redimir pecadores? Eso era ridículo.

En el infierno había todo tipo de gente, personas que si quisieran podrían hacer de este lugar uno más civilizado. Pero no lo quieren, prefieren seguir pecando y esa era la razón por la que jamás serían mejores.

— ¿Qué mierda haces? — Casi se te cae la taza de las manos cuando escuchas la voz de tu jefe. Habías estado tan distraída pensando que no te diste cuenta en qué momento Vox había llegado.

— ¡Nada! Solo veo... — Dices, rápidamente cambiando de programa. — ... La última película del señor Valentino.

— Creí que no te gustaba lo que él hace. — Inquiere, levantando una ceja.

— Los gustos cambian. — Dices, de manera nerviosa.

— Como sea. — Cambia de tema. — ¿Qué porquerías están en la agenda de hoy?

— Después de la transmisión diaria tiene una hora para el almuerzo, después necesita terminar el papeleo atrasado y por último tiene una reunión con un delegado del círculo inferior para discutir sobre la expansión de su empresa en esa zona, señor. — Informas, mientras revisas la agenda del día.

— ¿Eso es todo? — Vox cuestiona, por primera sonando realmente interesado en su trabajo.

— En realidad... Señor, los ejecutivos de Voxtec quieren hablar con usted. Ha cancelado la reunión demasiadas veces y ya se están empezando a cansar... es probable que se hayan enterado de esta nueva expansión también y estén aún más molestos ahora. — Dices, recibiendo un quejido en respuesta por parte de la Tv.

— ¿Esos no se cansan de joder o que? — Murmura con veneno en su voz, mientras te arrebata la taza de café y se la empieza a beber. — Cancela esa mierda y diles que deje de joder. — Te ordena.

— Señor, uno de los directivos a venido el día anterior... Le dieron un ultimátum. Si no va a la próxima reunión, me temo que las consecuencias no sean muy agradables. — Dices, recordando al molesto hombre del día anterior.