Capítulo 5

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"Stayed Gone"

— ¡Ese cabrón está de vuelta!

[...]

Tus pies se hunden lentamente la tibia agua de la bañera, tu cuerpo lo sigue poco después una vez que te aseguraste que la temperatura fuera adecuada.

Soltaste un suspiro de satisfacción por la agradable sensación de la cálida agua y el olor a lavanda de la bomba de ducha que habías comprado. ¿Hace cuanto tiempo que no tenías un rato para relajarte así? Siempre estabas trabajando y preocupándote por cosas que muchas veces no necesitaban tanta atención como solías darle.

Cerraste los ojos para poder disfrutar del momento. Tu cuerpo se relajo lo bastante como para empezar a deslizarse por la bañera, pero justo cuando empezabas a sentirte somnolienta las luces de la habitación empezaron a parpadear hasta que finalmente se apagaron por completo. Debido a eso te viste obligada a salir de la bañera en la oscuridad. Casi te resbalas, no podías ver nada y pisar las baldosas con los pies mojados no sonaba a una buena idea.

Tomaste tu teléfono y usando la linterna pudiste iluminar tu camino hasta la habitación principal. Querías algo de ropa antes de salir a investigar los interruptores de electricidad de la casa. Considerando lo viejo y desgastado que estaba el edificio donde vives, no era descabellado pensar en que algún interruptor se había accionado por sí solo o si algún cable se había roto, tal vez incluso las ratas del lugar finalmente habían logrado comerse los cables.

Por curiosidad sacaste la cabeza por la ventana para averiguar si todo el edificio estaba sin electricidad o solo era tu departamento, pero al momento en que lo haces te percatas de que absolutamente toda la calle estaba sin luz. Quisiste ver en tu teléfono para averiguar porque había ocurrido el apagón, pero no tenias señal.

Volviste a entrar en tu departamento para ir a buscar algunas velas que iluminen, pero cuando ibas a salir de tu habitación la electricidad volvió de repente. Te parecía demasiado extraño, pero no tuviste tiempo de investigar cuando te viste bombardeada por decenas de mensajes y llamadas.

Encendiste tu teléfono rápidamente, descubriendo todos los mensajes de tus compañeros de trabajo y (sorpresivamente) un montón de llamadas perdidas y mensajes de tu jefe. Todavía te estaba llamando, así que entendiste si dudar solo para tener que alejarte del teléfono poco después debido a fuerte grito de Vox.

— ¡¿Dónde estás?! — Cuestiona, sonando más enojado que nunca.

— E-estoy en casa, ¿Sucede algo malo?

— ¡Mueve tu horroroso saco de huesos aquí ahora mismo! — Ordena.

— P-pero... ¿Qué sucede, señor Vox? ¿Por qué está tan enojado? —

— ¡¿Acaso no viste mi jodida transmisión?! — Él pregunta, cosa de lo que te quedas callada. — ¡Agh! ¡Hay problemas, te necesito aquí ahora!

— ¿H-habla sobre la noticia del exterminio?

— ¡Al carajo con el exterminio! Te estoy hablando de algo importante.

— P-por favor relájese, señor. — Pides sin entender la gravedad de la situación. — ¿Que pasa?

— Es el demonio de la radio... ¡El jodido Alastor volvió!

[...]

Ni siquiera tuviste tiempo para cambiarte, debías llegar lo antes posible a la oficina de Vox antes de que el provocara algún incendio o hiciera una masacre a causa del enojo. Debido a esto no estabas en las mejores vestimentas. Ibas con una camisa de tirantes, short y calcetines con sandalias. Con esas pintas llegaste al edificio, encontrándote de lleno con decenas de reporteros amontonados en la entrada de la torre de los Vees, probablemente en busca de entrevistar a alguno de ellos sobre el apagón.

𝐀𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐦𝐚𝐥 𝐩𝐚𝐠𝐚𝐝𝐨 || Vox x T/N Donde viven las historias. Descúbrelo ahora