Susurros

16. Pocima

Había un nuevo rumor.

Wei WuXian acabó con el tirano de Lan WangJi que tanto daño había provocado al mundo del cultivo.

Se especulaba que había llegado a la reunión de las sectas con el cadáver de Lan WangJi. Viéndose muy lamentable, no parecía un triunfo en lo más mínimo.

—¿Qué está pasando? — Nie MingYue fue el primero en examinar el cadáver viendo que era completamente real, porque tanto los Jin no lo creían, muchísimo menos Lan XiChen.

—Le dije que teníamos una solución para solucionar todo este problema... — Wei WuXian se notaba herido. — Pero me dijo que no, que lo asesinara a cambio de que ustedes dejaran en paz a los Wen, solo son mujeres, ancianos y un niño que no tenían nada que ver con el cultivo.

—¿Y ustedes lo decidieron sin que estuviéramos presente? — dijo Jin GuanShang, pero tenía muchas otras preguntas que sabía que no era el momento de decirlas, en cuanto a Lan XiChen se acercó al cadáver de su hermano, viéndolo tan etéreo, aunque sabía que estaba más delgado por utilizar energía resentida de hecho continuaba siendo hermoso.

Ya no sufría, pero eso no le quito el malestar de su corazón, que comenzó a llorar en pleno silencio mientras se hincaba en el suelo.

—¿Piensan asesinar a todas esas personas inocentes después de que Lan Zhan...?

—¡Silencio! — Nie MingYue no podía pensar con claridad, sabía que algo andaba mal pero no tenía idea de que. El no sabía mucho, solo que Lan WangJi utilizaba cultivo demoniaco y que protegía a los remanentes Wen quien sabe porque motivo. Iba a comprobar el mismo todo lo que Wei WuXian acaba de decir. Si él ya estaba muerto ¿Cuál era el problema entonces?

Toda la reunión volvió a plantearse desde cero, las sectas pequeñas comenzaron a decir que no era buena idea que ellos anduvieran en el mundo porque tarde o temprano podrían vengarse, pero Wei WuXian los fulminó con la mirada.

—Una serie de ancianos y mujeres no serían capaces de hacer nada contra cultivadores de renombre... — dijo. — Si quieren comprobarlo por ustedes mismos, vayamos a Yiling en son de paz, para que vean con sus propios ojos del porqué de sus intenciones...

Todos iban a protestar una vez más, pero Nie MingYue los detuvo.

—Un momento... — les dijo de manera tranquila y apacible. Aun así, provocó que todos guardaran silencio.

—El problema aquí era con Lan WangJi... ya que este está muerto si solo son ancianos y mujeres sin cultivo no hay razón para continuar con este conflicto... — iban a protestar, pero de nuevo los interrumpió. — Debemos comprobar por supuesto si eso es verdad... si intentan hacer algo yo mismo los mataré...

Wei WuXian pudo respirar aliviado, observó cómo se llevaban el cadáver ensangrentado de su amado.

Estaba claro que Lan XiChen le haría una ceremonia digna, ya de por si se fue con el cadáver y dejó de ponerle atención al conflicto.

Wei WuXian acompañó a todos los demás a Yiling, donde los túmulos funerarios se pusieron a la defensiva incluso cuando Wei WuXian los acompañaba, dándose cuenta que siempre habían sido injustos. El lugar era un poco demacrado, y además había un pequeño niño entre ellos. No era un lugar apropiado para que vivan, pero si había una última amenaza para ellos.

No sabían que Wen Ning era un cadáver feroz, por supuesto que había rumores de que hablaba y pensaba, siguiendo las ordenes de Lan WangJi, pero bien podrían ser rumores para demostrar que era peligroso. Verlo era aún más aterrador de lo que debería.

Wei WuXian vio como los Jin fueron los primeros en pensarlo.

Pero de nuevo los Wen se pusieron a la defensiva.