Wei WuXian jamás pensó que al momento de que Lan WangJi despertara simplemente no querría hablar con él. Por supuesto que los Wen se pondrían a su favor, no le dijeron nada de lo que estaba sucediendo y para acabar de arruinar las cosas su hermano le manda una nota diciéndole que tenía que regresar que era urgente.
Pero el ignoró totalmente esa nota, quería hablar con Lan WangJi sobre lo que sucedía, y si para eso tenía que obligarlo a que lo escuche tenía que hacerlo.
Se acercó como que nada sucediera a la cueva, Wen Ning era el guarda espaldas de Lan WangJi y era todo un muro, por lo que se ponía en medio de la puerta, Wei WuXian intentó persuadirlo, pero ¿Qué más podría esperar si ni siquiera le dijeron que demonios era lo que sucedía?
—Wen Ning, tengo que hablar con Lan Zhan... no lo odio... — de hecho, ni siquiera sabía cómo terminar la oración porque no sabía lo que sentía realmente.
Podía ser agradecimiento, pero no era igual de los Jiang, algo era diferente, no era por obligación sino algo dentro de él era diferente.
—Yo-yo te creo... — Wen Ning era bastante comprensible. — Pero el señorito no, y no puedo desobedecerlo...
Wei WuXian ya estaba irritado de todo esto.
—¡Esta bien! ¡si no quieres verme te lo gritare de aquí! — le gritó desde afuera de la cueva, Wen Ning sabía que eso era inútil, no era como si pudiera hablar y que Lan WangJi escuchara dentro de la cueva, estaban demasiado lejos y no había eco, pero tampoco sabía que los susurros de Lan WangJi se hicieron más evidentes.
La energía resentida hizo que escuchara todo perfectamente, y que dejara su investigación a un lado.
—¡Dije que eras malvado porque quería encontrarte! ¡No podía decir que estaba preocupado por ti y quería ayudarte! ¡lo interpretaste mal! — Wen Qing salió notando lo que estaba sucediendo.
—Eres muy ruidoso... — le reprochó. Pero antes de que pudiera clavarle una aguja, Lan WangJi salió de la cueva sorprendiéndolos a los 3.
—¿Me escuchaste? ¡no tomes tan literal todo lo que te digo! — Wei WuXian parecía un niño haciendo rabieta, cruzándose de brazos, no cambiaba nunca, y Lan WangJi sabia como era, después de todo no quería que cambiaria, quería que permaneciera así para siempre, así se enamoró de él.
—Entra... — si iban a aclarar las cosas era mejor que lo hicieran de una vez por todas. No era necesario el agradecimiento, le diría que lo hizo por su familia, y que estaba saldada desde que lo salvó de Wen Rouhan, la deuda ya estaba pagada.
Wei WuXian sentía que su corazón iba a salir de su pecho, un Lan WangJi vestido completamente de negro, con la misma pose claro está, pero más delgado, más rebelde, más deseable, más hablador, más guapo, más abierto a todo, con ganas de hacerle de todo, estaba frente a él.
Se tenía que dar un pellizco o una cachetada discreta si no quería morir en esos momentos.
—Agradezco lo que hiciste por nosotros... pero no te metas en problemas viniendo aquí... — le dijo mientras sacaba té. — Lo que sea que me estas agradeciendo ya me lo pagaste cuando me salvaste en ciudad sin noche...
—Lan Zhan... ¿Qué fue lo que sucedió? ¿con tu tío? ¿con todo? Sé que no has contado todo... — Wei WuXian sentía que debía compartir el mismo dolor, pero no podía siquiera saber de qué hablaba. — Tu tío era como un padre para ti... sé lo que es perder ambos padres... y...
Lan WangJi guardó silencio, de nuevo ese silencio de no contarle nada, quería acercarse y sentía que no le querían hablar por algo, cuando tengan tiempo podrá decírselo y hablar tranquilamente, pero esa indiferencia no le ayudaba mucho a resolver ese nido de emociones que estaban comenzando a estar en su corazón.

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Susurros
FanfictionA Lan WangJi le pasó algo desde muy pequeño, se perdió en la montaña Dafan, apareció sucio y gravemente herido unos días después, no volvió a ser el mismo de antes, y solo fue cuestión de tiempo para que se percataran que era mas fuerte de lo que de...