Capítulo 6: El vals de las flores

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Rehan ajustó su máscara roja frente al espejo, observando cómo el accesorio ocultaba sus rasgos y le daba una apariencia misteriosa.

Se suponía que esta fiesta era una tregua entre él y Kalani, una oportunidad para dejar atrás la enemistad de sus familias y, quizás, solo quizás, encontrar un nuevo comienzo.

En la academia Lumière habían tenido un avance. La idea de asistir a la fiesta había sido de ella, pero acceder, incluso sabiendo que podía ser una trampa, era un intento de mostrarle a Kalani que podían superar el odio heredado y que confiaba en ella.

Rehan caminó hasta el inicio de la calle Rusbell para no llamar la atención; se coló en el estacionamiento para que creyeran que había bajado de un auto. Al llegar a la entrada principal, se sorprendió por la magnitud de la fiesta.

La noche caía sobre la mansión de los Montalván con la elegancia de un telón de terciopelo, envolviendo el lugar en un aire de misterio y anticipación. El sonido de la música flotaba en el aire, una melodía suave y encantadora que parecía susurrar secretos entre las sombras. La fiesta de máscaras de Kalani Montalván era el evento del año (como todas las fiestas de la familia), un espectáculo de lujo y belleza al que toda la alta sociedad había sido invitada, excepto los Cavendish.

Brisa Farfalla, a su lado, se quitó la máscara para ver mejor la decoración— Esto sí es tener dinero.

Rehan se sobresaltó a su lado; la miró con incredulidad— Brisa, ¿pero qué...? ¿Qué haces aquí?

—Voy a cantar—dijo con calma mientras miraba cada detalle de la fachada de la mansión.

—¿Cómo sabías que era yo? —Rehan se había esmerado por que su máscara cubriera la mayor parte de su cara, dejando como único espacio libre sus labios y una parte de su frente que estaba cubierta con un sombrero para ocultar su cabello rubio.

—Te llevo medido—bromeó, haciendo que el chico frunciera los labios. Revisó su apariencia en el reflejo de la fuente a su lado para asegurarse de que nadie más lo notaría— Rehan, vas bien. Soy muy observadora, es todo.

—Primero, no digas mi nombre o ambos estaremos en problemas. Estoy en territorio enemigo—hizo una pausa para respirar— Segundo, ¿qué me delata?

Brisa le tomó la mano y se la levantó a la altura de sus ojos— Manchas de pintura amarillas y naranjas. Aún no se te quitan desde la presentación, Romeo.

Rehan soltó un suspiro de alivio— Eres tremenda—se rió por lo bajo— ¿Por qué Romeo?

—Ya sabes que para mí son como Romeo y Julieta —le dio unas palmadas en el hombro para animarlo.

Rehan le ofreció el brazo a su amiga, quien lo tomó con elegancia para entrar a la fiesta. Ambos quedaron impresionados. Flores de todo tipo colgaban del techo, creando un jardín suspendido en el aire, mientras las luces cálidas de los candelabros resaltaban los colores vibrantes. Parecía como si la primavera misma hubiera sido invocada dentro de aquellas paredes.

Los invitados, todos con máscaras elaboradas, se movían al ritmo del vals que llenaba la sala. El corazón de Rehan latía más rápido mientras sus ojos buscaban a Kalani entre la multitud.

—Señorita Farfalla—Rehan se tensó al escuchar la voz de Cain Montalván mientras se dirigía a la chica a su lado.

—Sí, soy yo—Brisa notó la incomodidad de Rehan e intentó que el chico dirigiera la atención solo a ella— ¿y usted es? Además de lindo, claro.

Cain se sintió halagado y, con una sonrisa, se quitó la máscara— Cain Montalván—le besó la mano.

—El hermano de Kalani—dijo, intentando evitar coquetear a toda costa con él.

Las flores crecen en invierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora