Obligado a lavar las toallas de Max, Bradley estalla en ira, desencadenando una confrontación explosiva. Sin embargo, entre las burlas y los reproches, surge una inesperada chispa de atracción.
🛹Pareja Principal: Maxley
⚠️𝑺𝒊 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒍𝒆𝒚𝒆𝒏...
Desde el momento en que los X-Games concluyeron con la victoria de Max y la caída de un rey, Bradley Uppercrust III, estos no se habían vuelto a ver las caras, salvo para cumplir la apuesta que el mismo Bradley había impuesto: "El que pierda limpiará las toallas del otro". Y vaya que se arrepentía de aquello.
-Vamos, Brad, quita esa cara. ¿Tan malo es limpiar un par de toallas? -se burló Max, mientras Bobby y P.J. aguantaban la risa desde un rincón-. Recuerda que me gusta que estén blancas y con un rico aroma a flores, y a mis amigos igual. ¿No es cierto, chicos?
PJ y Bobby asintieron tratando de no estallar de la risa.
-¡Hasta aquí! -exclamó Brad con enojo, tirando la toalla que se encontraba lavando directamente a la cara de Max, logrando por fin que la risa de los otros dos se escuchara al no aguantar más.
-¿Qué te pasa?
Max se quitó la toalla de la cara con enojo y la tiró a un costado, acercándose de manera peligrosa a Bradley, quien en ningún momento bajó la guardia y siguió manteniendo su mirada fija en aquellos ojos que lo miraban desafiantes.
-¿Quieres saber qué me pasa, novato? Estoy cansado de esta mierda. Tú y tus amigos de porquería me tienen harto. ¿Te crees mejor que yo por haber ganado una competencia absurda? Pues déjame decirte que, a pesar de eso, no eres nadie. Yo sigo siendo un Uppercrust, y ¿sabes lo que eso significa? Que sigo siendo mil veces mejor que tú y tu insignificante premio.
El pelinegro sonrió de lado, para luego soltar una risita que le puso los pelos de punta a Bradley.
-Brad, Brad, Brad -negaba con su cabeza mientras repetía aquello-. Sé quién eres y la posición que tienes, pero no fui yo el que estuvo llorando para que sea parte de su equipo. No soy yo el que hacía trampa para eliminar a la competencia, y no soy yo el que casi mata a un compañero por no hacer lo que el rey quería. Que, por cierto, ese compañero era ¡MI PADRE! ¿Te parece que una persona que piensa que es un simple torneo haría todo lo que tú hiciste para ganar? -El castaño se quedó sin palabras-. Con eso me lo dices todo. Limpia las toallas, Uppercrust. Volveré en una hora para recogerlas. Vámonos, chicos.
Los amigos de Max le dieron una mirada de reproche a Brad antes de salir, cosa que él ignoró por completo girando sus ojos hacia otro foco de la habitación.
-Bradley, mira, ya no quiero problemas en lo que resta de universidad. Así que, una vez que todo esto termine, no quiero verte más... en mi vida si es posible.
Aquello le dio una opresión extraña en el pecho al castaño, quien volvió su mirada hacia la puerta a donde ahora se encontraba Max, preparándose para salir. Con una gran sonrisa, le respondió:
-Dalo por hecho.
Y con un último suspiro, Max salió del cuarto, y Bradley se dejó caer al lado de la lavadora.
-Idiota, mil veces idiota.
Sin embargo, mientras observaba la puerta cerrarse, algo en su interior comenzó a cambiar. La tensión entre ellos, esa chispa constante de enfrentamiento, también había encendido una llama de atracción que Bradley no podía ignorar. La mirada desafiante de Max, su sonrisa segura, todo en él despertaba un sentimiento nuevo y confuso en el castaño. Quizás, detrás de toda esa rivalidad, había algo más profundo que ambos no habían querido admitir hasta ahora.
Bradley suspiró, pasando una mano por su cabello. "Maldito Max," pensó, mientras comenzaba a recoger las toallas esparcidas por el suelo. "No sé qué es peor, perder contra él o darme cuenta de que tal vez, solo tal vez, me importa más de lo que debería."
Max, por su parte, caminaba por el pasillo con sus amigos, pero su mente seguía en el cuarto de lavado. La tensión con Bradley siempre había sido intensa, pero hoy había sentido algo diferente en la mirada del castaño, algo que le hizo cuestionar sus propios sentimientos.
-¿Estás bien, Max? -preguntó P.J., notando la expresión pensativa de su amigo.
-Sí, solo pensaba en... en lo estúpido que es todo esto -respondió Max, tratando de convencerse a sí mismo. Pero en el fondo, sabía que había más. Mucho más.
Y así, mientras ambos jóvenes se distanciaban físicamente, sus pensamientos seguían anclados el uno en el otro, dando inicio a una nueva etapa en su conflictiva relación, una etapa donde la enemistad y la atracción comenzaban a entrelazarse de manera inescapable.
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¡HOLIS! Estos dos pudieron más que yo, así que tuve que escribir algo sobre ellos
Espero que hayan disfrutado de la intensa confrontación entre Max y Bradley, y que estén tan intrigados como yo por ver cómo evolucionará su relación.
