ʳᵉᶠˡᵉᶜᵗⁱᵒⁿˢ - ᶠⁱⁿⁿᵉʸ ᵇˡᵃᵏᵉ

05

— Noches de insomnio —
Airbag

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Denver, Colorado.

Era un nuevo comienzo de semana en Denver, ese mismo lunes por la mañana, una pequeña pelirroja se desperezaba en su cama, aún somnolienta y sin ganas de levantarse. Luchó con todas sus fuerzas para poder abrir las blancas persianas de su habitación, con intenciones de que algo de luz entrara a su cuarto, el cual se encontraba lo suficientemente organizado como para transmitirle paz mental.
Tendió su cama con rapidez y se propuso a elegir algo de ropa. Decidió que hoy estaba lo suficientemente fresco como para ir con sus típicas musculosas, así que eligió una polera color azul oscuro entallada, y agarró también un pantalón negro holgado. Se dirigió a tomar una ducha rápida, para entrar y dejar que el agua corra por su piel, repasando con una esponja cada parte de su cuerpo para quitar suciedad y sudor de este.

Salió de la ducha con una toalla al rededor de su cuerpo y se dedicó a peinar su pelo, usó un pequeño aceite para aportar suavidad a este y que sus leves ondas no se vuelvan revoltosas. Secó su cabello y decidió que después de mucho, lo usaría suelto, poco normal en ella.
Se vistió con todo lo elegido anteriormente y eligió un par de zapatillas blancas. Usó un poco de rímel para sus largas pestañas y sonrió, aprobando su aspecto.

Bajó a preparar sus cosas, y esperar a que Robin llegara a su casa. Era temprano, así que no creía que sea pronto.

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Robin's pov:

Desperté más temprano de lo normal, no pude dormir bien durante la noche, debido que los vecinos a mi izquierda, los cuales su casa estaba pegada a la mía, parecían haber estado de fiesta todo el fin de semana. Totalmente insoportable.
Ignore este hecho y lo aproveché a mi favor para salir temprano a ver a Elizabeth, mi mejor amiga.
Me había bañado la noche anterior, aún así, me dediqué a higienizarme bien y colocar mi típica bandana en su lugar. Estaba satisfecho, aunque las ojeras no me hacían ver muy bien, no podía hacer nada, así que simplemente las ignore y me dediqué a preparar lo que llevaría hoy.

Bajando las escaleras, me encontré con mi tío, este me miró sonriente y dijo.

— Buenos días, Robin, raro verte despierto tan temprano ¿Vas para lo de Lizzy? — dijo en nuestro idioma natal, después de todo, no necesitábamos el inglés cuando solo nos encontrábamos nosotros dos. Sonrió, él amaba a Elizabeth, después de todo, la fuerte historia de la niña lo dejó perplejo la primera vez que se conocieron. Desde ese momento le tomó mucho cariño y le encantaba que su sobrino se junte con personas tan amables y puras. Sabía que amaba que ella de vez en cuando los visite, así que le propondría a la chica que de vez en cuando, ella sea la que vaya a su casa por la mañana a desayunar, estaba seguro de que mi tío amaría la idea.

— Hola tío, si, ella me espera allí para luego ir a la escuela, como siempre. — respondí cansado. Volví a hablar al acordarme de algo. — Ah, quería que venga hoy en la tarde para ayudarme con matemáticas ¿No hay problema, no? — dije.

Me dio una sonrisa mientras volvía a tomar de su café, luego habló. — Claro que si, dile que se quede a comer si quieres, hoy comeremos tacos, sé que le encantaron la última vez. — dijo y ambos reímos al recordar la emoción de Lizz cuando probó los dichosos tacos por primera vez.