ʳᵉᶠˡᵉᶜᵗⁱᵒⁿˢ - ᶠⁱⁿⁿᵉʸ ᵇˡᵃᵏᵉ

07

— Finally some peace... right? —
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Denver, Colorado.

Por fin, luego de un agotador año, el trío de amigos tenía sus merecidas vacaciones. Las festividades se acercaban, y eso solo significaba una cosa; tiempo familiar. Muy chistoso para Elizabeth. Su única familia sanguínea, su madre, seguía igual o peor que antes, mientras que sus amigos iban a poder tener su propio y justo momento hogareño junto a sus parientes. Normalmente, ella lo pasaría con Robin y su tío, si no fuera por el simple hecho de que ellos visitarían a su extensa familia en México. Claramente no lo culpaba, él tenía una vida que atender y una familia que aprovechar. Solo que sentía un poco de envidia, adoraría estar junto a su padre y su madre en estas fechas. Pero sabía que era imposible, así que simplemente se obligaba a no pensar en ello.

Aún así, no todo era malo. Este año tendría una familia a la cual acompañar en su cena festiva. Los Blake muy amablemente la habían invitado a formar parte de su festividad, asegurándole un lugar en su mesa. Cuando Finney y Gwen le dieron la noticia de que Terrence la había invitado cordialmente a pasar la navidad y año nuevo con ellos, no pudo evitar soltar alguna que otra lágrima de la emoción.

Estaba emocionada y ansiosa, aún no sabía que prepararía como postre, que ella misma se ofreció a llevar, o como se vestiría, ni su peinado, nada. Hacía años que no formaba parte de una familia, y estaba totalmente agradecida con los Blake. Decidió dar lo mejor de sí para que estos no se arrepientan de haberla invitado y acompañado en todo momento.

La pequeña White estaba decidida. Hoy mismo iría en busca de un lindo atuendo a alguna tienda de la ciudad. Se vistió con una ropa cómoda y casual, con el fin de ser quitada fácilmente al probarse las distintas opciones. Le pidió a Robin que la acompañara, pero este estaba ocupado con los preparativos del viaje. Sabía que si fuera por él dejaría todo e iría a acompañarla, pero su tío se lo impidió y le exigió su ayuda, así que no pudo negarse. No le molesto, decidió que iría sola. Pensó en preguntarle a Gwen, una de sus únicas amigas, pero decidió que no ya que quería que sea sorpresa para todos los Blake.

Camino abrigada por las calles de su nevada ciudad, Denver. Viendo una que otra vidriera en busca de encontrar algo bonito para usar el día de la cena navideña. También pensaba comprar regalos para los tres miembros de la familia, aunque aún no estaba segura de qué obsequiarle a cada uno de estos, lo decidiría más tarde.

Los niños jugaban con la nieve entre ellos, haciendo ángeles en esta, muñecos de nieve o hasta lanzándosela entre sí con poca fuerza, sonrió y salió una pequeña risa al ver a uno tropezar y caer en esta.

Se adentró en una tienda la cual tenía una apariencia elegante, quería ir bien vestida, quería hacerle nombre a su apellido y a todo lo que su padre había trabajado para darle la vida que ella quería. Siempre procuraba mantener el dinero y no abusar de este, pero si se trataba de su apariencia, no podía dejar que su nombre se ensuciara. Podría no ser muchas cosas, pero sofisticada era la excepción.

Al entrar, se encontró a varias niñas de su salón. Entre ellas, Donna, la chica en la cual Finney tuvo un pequeño enamoramiento hace unos meses. Hace tiempo, Donna y Elizabeth eran buenas amigas, se podría decir que se consideraban "inseparables". Pero luego de que Donna le contara a su amiga que estaba empezando a sentir cosas por Finney todo se fue por donde vino.

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Era una tarde de otoño. Los niños caminaban a sus aulas luego de un rato en el receso. Elizabeth era acompañada por Finney, el cual la tomó de la mano. Ella no vio nada raro pues siempre tuvo ese tipo de acercamientos con el. Eran muy cercanos y su contacto físico era normal de ambas partes.