Namjoon acaba de recibir a su nuevo compañero de departamento: Park Jimin, un ajetreado bailarín y actor de teatro musical, sin tiempo suficiente para dar un bocado.
Al notar esto, y queriendo mejorar su relación, Namjoon le propone preparar la cena...
Parte 14._ Peach Jelly Gummy. Caramelos de goma/gelatina sabor durazno.
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Para Namjoon, los pasillos del edificio jamás le habían parecido tan largos y estrechos como en estos momentos. Cada paso resonaba en su mente y revolvía su interior, estaba atrapado entre dos ideas contradictorias: por un lado deseaba llegar al departamento para refugiarse en su espacio seguro, y por el otro temía enfrentarse al conflicto que se va a lidiar en aquel lugar.
A pesar de la lucha interna, mantenía una postura erguida y solemne. Ante su mirada, solo había un solitario pasillo; sin embargo, sobre su espalda sentía el peso de otras tres almas desdichadas que avanzan lenta y tortuosamente, como si encontrarán en una marcha fúnebre.
Su voluntad se quebranta un poco al llegar frente al departamento. Su confianza se tambalea al igual que sus dedos se deslizan a través de la pantalla táctil. Tres intentos bastaron para que finalmente pudiera ingresar la contraseña. Se escuchó un click y enseguida la puerta fue jalada por la ráfaga de aire que entraba por el balcón que olvidó cerrar tras su partida. La brisa helada arrastraba consigo la desesperanza, el caos y la desilusión que tanto tiempo había guardado.
Por la inercia de seguir adelante, Namjoon se adentró en aquel infierno no declarado. Caminó unos pasos y se hizo a un lado para dejar pasar a los fantasmas que lo seguían. El primero en pasar fue Jimin, quien murmuró un rápido: "Ya regreso," antes de perderse detrás de la puerta de su habitación. Su voz, normalmente melodiosa, ahora sonaba rota y apagada, como un eco distante de lo que solía ser.
Después pasaron Jin y Taehyung, quienes se quedaron entre el comedor y la sala, ajenos al lugar. Namjoon observó con curiosidad a Jin, incrédulo se preguntó si tan rápido se había olvidado del sitio que le pertenecía, donde sus charlas, risas y discusiones tuvieron lugar hace menos de 6 meses.
O quizás, había pasado mucho más tiempo desde entonces. En realidad, su relación se había estado deteriorando desde tiempo atrás. Por más que lo intentaron, Namjoon y Jin ya no podían congeniar. Volverse desconocidos era un suceso inevitable, que encontró su quiebre con la llegada de Jimin y Taehyung.
Namjoon se apoyó contra la pared, cerrando los ojos por un momento para calmar el caos en su mente. El sonido lejano del tráfico nocturno se mezclaba con el tic-tac del reloj de la sala, creando una sinfonía inquietante que solo aumentaba su ansiedad. Finalmente, abrió los ojos y se dirigió hacia Jin y Taehyung, quienes todavía estaban de pie, atrapados en su propia incomodidad.
Namjoon se concentró en Taehyung, quien resultaba ser el más ajeno a la situación, casi como si fuera un espejismo. Lo poco que sabía de Taehyung era lo que Jin le había contado, pero parecía que Jin no compartía su mismo recelo hacia él. Al contrario, daba la impresión de que Taehyung se había vuelto su punto de apoyo por la cercanía que mantenían entre los dos. Esto le hacía preguntarse si él era el único sensato o, al contrario, el más ingenuo.
