06. Kimbap.

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6._ Kimbap.
Rollos coreanos.

Luego de haber trabajado en la computadora por horas, Namjoon decidió salir al balcón en búsqueda de un "nuevo aire"

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Luego de haber trabajado en la computadora por horas, Namjoon decidió salir al balcón en búsqueda de un "nuevo aire". Es medio día, por lo que el sol se posiciona en lo más alto del cielo y el clima es caliente, junto con aquella sensación sofocante que recuerda a los habitantes de Seúl que las lluvias llegarán pronto. Por el ruido de las bocinas puede jurar que es el único que se mantiene en el exterior por voluntad propia, y no como consecuencia de haber quedado atorado en medio del tráfico.

Supone que evitar el embotellamiento es una de las ventajas de trabajar en casa, aunque no sabría decir si aquello tiene más peso que el hecho de que su sala comienza a ser tan aburrida como una oficina. Quizás, si fuera más sociable, o tuviera más hobbies, las cosas serían diferentes; pero no, desde su juventud, sus salidas únicamente han consistido en el cumplimiento de un deber, ya sea ir a la escuela o hacer algún encargó.

Hoy le espera un leve cambio de rutina (parecido a lo que era su antigua vida): irá al museo a hacer el registro de los jarrones que acaban de llegar para la exposición, y aunque pasar largas horas abriendo cajas y llenando formularios no suena para nada divertido, por lo menos saldrá del departamento e irá más allá de la tienda de conveniencia.

Sin embargo, todavía no acude al museo y ya está harto de los jarrones; cada vez que piensa en ello se siente abrumado, y no porque representa un reto, sino porque carece de significado. Por más que piensa y le da vueltas al asunto, le es imposible encontrar algo interesante —o siquiera práctico— en la exposición. A veces se pregunta si le dieron ese proyecto tan solo para molestarlo, o quizás lo vieron tan desesperado que suponieron que aceptaría cualquier cosa. 

Y sí, así fue; pero es mejor dejar de pensar acerca de eso. Tiene que distraer su mente con algo más, o de lo contrario el estrés le jugará una mala pasada. 

Para una persona carente de interés (como los jarrones mismos), lo único que a Namjoon se le ocurrió hacer fue practicar la defensa de su tesis. Otro asunto que lo tiene alterado es que finalmente le dieron la fecha en que presentará su tesis ante el profesorado. Si todo salía bien, obtendría otro título profesional y, con suerte, mejores oportunidades laborales.

A su lado tiene sus tarjetas de estudio, que ya las ha repasado una y otra vez: está seguro de comprender cada tema en su totalidad y confía que, con sus habilidades como expositor y su naturaleza testaruda, logrará enfrentar y convencer a los profesores.

Sin embargo, hay algo en medio de su estudio que se siente extraño, e incluso inapropiado.

En la tarjeta que sostiene en una de sus manos destaca el título: <<La importancia social de preservar el patrimonio histórico en Seúl, Corea del sur>>.  Meses atrás estaba convencido del enfoque de su investigación, pero después de pasar semanas dirigiendo una exposición acerca de jarrones, está convencido de que algunos patrimonios pueden ser olvidados. Simplemente, hay historias que no merecen ser contadas: sin importancia y sin interés, son solo historias entre millones de otras. 

Charlas de sobremesa; NamminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora