Hay historias que no se pueden contar desde el principio. Hay crónicas que deben ser narradas desde el final para entender su inicio, y hay relatos que, sin su principio, no tendrían el final destinado. Esta historia, por mucho que hayas imaginado, no, no empieza por su final. Pero déjame decirle una cosa a esos ojos que recorren estas letras; saltando de palabra en palabra, y de párrafo en párrafo:
Por muchos giros que dé esta historia, si no se tiene principio, no se entenderá el final.
No es de extrañar que, aun habiendo leído esa frase, todavía pienses algo como: "es lógico", o "es estúpido pensar en ello". Pero te voy a dar el mejor ejemplo de todos, para que ahora, con esa idea en tu cabeza, entiendas a qué se refieren estas palabras:
Una frase. Un comentario. Una despedida de uno de los protagonistas, donde en su capítulo, narra con labios agrietados y curvados hacia abajo:
"Primero fue curiosidad, luego un reto. Con el paso del tiempo, una meta, y con el paso de los años, una obsesión"
"No. No lo llamo locura, tampoco paranoia. Lo llamo amor"
Es por eso que te invito, querido lector. Te invito a que te quedes en esta travesía, pues tal vez, en una de todas estas páginas, descubras la verdad antes de su final. Tal vez seas el primero, tal vez el segundo, o tal vez, nunca llegues a verlo hasta que te encuentres con el desenlace.
Así que adelante. Descúbrelo antes de su final y tal vez te consideres una persona capaz de abrir los hilos de la incertidumbre, de la naturaleza fantasiosa que llevas contigo, y una persona capaz de desenvolver la maraña de conexiones que surcan esta novela como maravillas en una constelación lejana.
Te reto.
ESTÁS LEYENDO
El Libro de las Bestias
FantasyUn libro, un diario, una chica, y un sinfín de criaturas en un mundo imaginario. Una pluma, una curiosidad, y la valentía de aventurarse para rellenar su bestiario. Lucienne necesitará de un intérprete en su viaje para describir a las bestias y sus...