•Capitulo 28•

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LEXI

|¿QUE MIERDA?|

Salí un rato a las calles de New York, el día estaba soleado y Victoria había ido por unas cosas. Decidí caminar para distraerme. Rivers estaba aquí y acordamos encontrarnos. Iba de camino a una cafetería y cuando entré, pude notar a la rubia teñida concentrada en su teléfono.

—¡Samy! —le di un abrazo.

—¡Pendeja! —dijo con la misma emoción que yo tenía cuando la vi.

—Pinche mamona, y uno queriendo ser amable.

—Ay, wey, si ya sabes cómo soy —rodó los ojos al escuchar mis quejas.

Todo estaba tranquilo. Empezamos a hablar y ponernos al corriente de las cosas que habían pasado. Le conté sobre Isabella y lo mal que lo había pasado esa vez en el concierto de Miko. La conversación seguía tranquila hasta que me llegó una notificación con un nombre raro.

@Anonymous te quiere mandar un mensaje.

Anonymous te mandó una foto.

Le enseñé a Rivers las notificaciones.

—¿Y si alguien te quiere joder con eso?

—No lo sé, déjame ver.

Cuando miré la foto no lo podía creer. Era Victoria besándose con Isabella. Mis ojos se empezaron a cristalizar y no lo podía creer. No podía decir que era una foto del pasado porque era la misma vestimenta con la que Victoria había salido esta mañana.

—¿Que mierda...?—. Dije con voz quebrada.

—Lexi, ¿qué pasa? —la voz preocupada de Samy.

—Mira —le enseñé la foto y ella solo volteó a verme. Se movió a mi lado rápidamente para poder abrazarme con fuerza—. Es Victoria y ella salió así mismo esta mañana. En serio no creí que ella sería así.

—¿Estás segura?

—Sí, Samantha, la vi cómo salió vestida.

Samy me abrazó más fuerte, intentando consolarme mientras las lágrimas caían por mi rostro. No sabía qué hacer. La imagen seguía ahí, como una prueba irrefutable de que algo estaba terriblemente mal.

—Tal vez hay una explicación —dijo Samy, aunque su voz no sonaba muy convencida—. Puede ser un malentendido, una foto fuera de contexto.

—No lo sé, Samy. No lo sé. Pero duele, duele demasiado.

Nos quedamos en la cafetería, en silencio, mientras intentaba procesar lo que había visto. ¿Cómo podía Victoria hacerme esto? ¿Por qué no me lo dijo antes? Sentía que mi corazón se rompía en mil pedazos y no sabía cómo iba a enfrentarla.

—Lexi, tienes que hablar con ella —dijo Samy, rompiendo el silencio—. No puedes dejar que esto te carcoma por dentro.

Asentí, sabiendo que tenía razón. No podía huir de esta situación. Respiré hondo y me levanté de la mesa, con Samy siguiéndome de cerca.

Caminamos de regreso al hotel donde Victoria y yo nos estábamos quedando. Cada paso se sentía más pesado que el anterior, y mi mente no dejaba de reproducir la imagen de ella besando a Isabella. Cuando llegamos, me detuve frente a la puerta de la suite, sintiendo que mis manos temblaban.

—Estoy aquí contigo —dijo Samy, dándome un apretón en el brazo para darme fuerzas.

Abrí la puerta con cuidado y entré. Victoria estaba sentada en el sofá, con el teléfono en la mano, aparentemente ajena a la tormenta que se avecinaba. Levantó la mirada y sonrió al verme.

—¡Lexi! ¿Cómo te fue con Samy? —dijo, levantándose para acercarse a mí.

—¿Cómo me fue? —dije, tratando de mantener la calma—. Pues, Victoria, encontré algo muy interesante en mi teléfono.

Su sonrisa se desvaneció al ver mi expresión. Se acercó más, pero yo di un paso atrás.

—¿Qué pasó, amor?

—Recibí una foto —dije, mostrando mi teléfono—. Una foto de ti besando a Isabella.

La cara de Victoria palideció. Se quedó en silencio, mirando la imagen, sin saber qué decir.

—Lexi, yo... —comenzó, pero la interrumpí.

—No quiero excusas, Victoria. Solo quiero la verdad. ¿Qué está pasando entre ustedes? ¿Por qué me mentiste?

Ella cerró los ojos, tomando una profunda respiración antes de hablar.

—No te mentí, Lexi. Isabella y yo... tuvimos una historia complicada. Pero se me acercó y no tuve tiempo para reaccionar, pero te juro que la quité lo más rápido que pude.

—¿Y esperas que te crea? —dije, sintiendo cómo la ira y el dolor me consumían—. Después de todo lo que hemos pasado, ¿cómo pudiste hacerme esto?

—Lo siento tanto, Ale. Por favor, créeme. Te amo a ti, y solo a ti. Haré lo que sea para demostrarte que esto no significa nada.

Samy se quedó en silencio, observando la escena con preocupación. No sabía qué hacer, pero una cosa era clara: necesitaba tiempo para procesar todo esto.

—Necesito tiempo, Victoria. Necesito pensar —dije finalmente, dándole la espalda y saliendo de la habitación.

Samy me siguió, y nos dirigimos a su hotel. Sentía que el mundo se desmoronaba a mi alrededor, pero sabía que tenía que encontrar una manera de seguir adelante. Con o sin Victoria.

Victoria intentó seguirme, pero Samy se interpuso entre nosotras.

—Déjala, Vicky. Necesita espacio —dijo Samy, mirándola con seriedad.

—Pero Samy, por favor... —imploró Victoria.

—No ahora, Vicky. Dale tiempo para procesar esto —respondió Samy con firmeza.

Victoria se quedó en la puerta, mirándome irme con lágrimas en los ojos. Sentía que mi corazón se rompía aún más al verla así, pero no podía soportar quedarme en esa habitación un segundo más.

Cuando llegamos al hotel de Samy, ella me llevó a su habitación y me ofreció un vaso de agua.

—Habla conmigo, Lexi. ¿Qué pasó exactamente? —dijo, sentándose a mi lado en la cama.

Respiré hondo y le conté todo, desde la llegada de Isabella hasta la foto que había recibido.

—Victoria dijo que no fue consensuado, que Isabella la besó sin su permiso, pero... no sé si puedo creerle —dije, con la voz quebrada.

—Es complicado, Lexi. A veces las personas hacen cosas estúpidas bajo presión o confusión. Pero si Victoria dice la verdad, debes darle la oportunidad de explicarse y demostrar que fue un error —dijo Samy, apretando mi mano.

—Lo sé, pero no puedo evitar sentirme traicionada. No quiero volver a pasar por esto —respondí, limpiando las lágrimas de mis ojos.

—Tómate tu tiempo, habla con ella cuando te sientas lista. Solo tú puedes decidir si puedes confiar en ella de nuevo —dijo Samy, abrazándome.

Pasamos la noche en el hotel de Samy, hablando y tratando de distraernos con anécdotas divertidas del pasado. Pero mi mente seguía volviendo a esa imagen, a la sensación de traición y dolor.

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HELLOOOOOOOOOOOOO, NUEVO CAPITULOOOOOOOOOO

un poquito doloroso, pero no olviden votar o comentar.

BESOS, NIX💗

ENCHANTED  (Young miko) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora