ENCHANTED (Young miko)

•Capitulo 16•

MIKO
|TATUAJE|

Íbamos a ir con Lexi a la playa. Mientras alistábamos las cosas, llegó Mariana.

—Baby, dice Lexi que si ya está' lista— dijo Mariana, entrando mientras yo agarraba la última cosa.

—Sí, ya estoy lista— respondí, sonriendo.

Nos subimos al carro y comenzamos nuestro camino hacia la playa. El trayecto era corto, pero todavía faltaban unos minutos para llegar. La conversación fluía relajada hasta que Lexi rompió el silencio.

—Me enteré que fuiste tatuadora— dijo, con curiosidad.

Le devolví una sonrisa coqueta mientras giraba mi rostro hacia ella.

—Sí, ¿tú estás buscando info sobre mí?— pregunté, juguetona.

Lexi soltó una pequeña risa antes de responder.

—No, pero me gustaría que me hicieras uno— dijo, mirándome con una mezcla de interés y desafío.

Le devolví la mirada, intrigada por su propuesta.

—¿Oh really?— pregunté, levantando una ceja. —¿Tienes algo en mente?

Lexi asintió, su expresión se tornó un poco más seria.

—Sí, quiero tatuarme "Born to die"— dijo, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y determinación.

Soltamos una carcajada Mari, Mauro y yo después de escuchar el gran tatuaje que se quería hacer la nena. Alcé una ceja y ella estaba de brazos cruzados.

—Es una frase de Lana del Rey, idiotas—. rodó los ojos.

—Acho baby, la verda' si está lindo—. puse mi mano en la pierna de Lexi para quitarle un poco el enojo.

—Ya lo sabía, ¿entonces si me lo harás?

—No lo sé baby, la verda' es que hace mucho no tatúo y me da miedo—. dije, y ella me dio un pequeño puchero.

Llegamos a la playa y fuimos justo al lugar que habíamos rentado, solo para estar nosotros y que algunos fans no nos vieran. Desde aquí, podía escuchar las olas del mar y ver la preciosa vista que dejaba donde nos íbamos a quedar estos tres días.

Mientras desempacábamos, Lexi no dejaba de mirarme con esos ojitos de cachorrito, claramente queriendo que reconsiderara.

—Acho, Miko, ¿no te acuerdas cuando tatúaste a Juan? Quedó brutal, no te preocupes tanto— dijo Mauro, dándome una palmada en la espalda.

—Sí, tienes razón. Pero hace tanto que no lo hago...— respondí, mordiéndome el labio.

—Miko, tú puedes. Además, sería un honor que tú me tatuaras— insistió Lexi, su voz suave y sincera.

—Ok, ok. Vamos a hacerlo. Pero primero disfrutemos la playa, ¿sí?— respondí, rindiéndome ante sus ojos suplicantes.

Pasamos el día relajándonos, jugando en la arena y nadando en el mar. Lexi no dejaba de sonreír, y eso me hacía sentir más segura sobre el tatuaje.

Al caer la noche, nos sentamos alrededor de una fogata improvisada, disfrutando de la brisa marina y el sonido de las olas.

—Miko, ¿cuándo crees que podamos empezar con el diseño?— preguntó Lexi, mirándome con expectativa.

—Podemos empezar mañana en la mañana. Así tendré tiempo de hacer algo que realmente te guste— respondí, sintiéndome más confiada.

—Perfecto, sounds good— dijo Lexi, sonriendo ampliamente.