ENCHANTED (Young miko)

•Capitulo 32•

LEXI
|¿VOLVER A INTENTARLO?|

La noche anterior Victoria se había quedado a dormir conmigo por segunda vez. La verdad es que sentía cuánto la extrañaba y lo mucho que la necesitaba cerca de mí. Quería volver a lo que fuimos, y eso no podía salir de mi mente.

Estaba preparando el café cuando escuché la voz de Miko:

—Buenos días, baby—dijo en un tono ronco.

—Buenos días, bonita—le respondí mientras le dejaba la taza de café enfrente de ella—. Quiero hablar contigo de algo, Victoria.

—Claro, tell me—dijo, su cara poniéndose nerviosa.

—Lo he pensado y creo que deberíamos volver a intentarlo, desde cero—. Hice una pausa y sus ojos brillaron—. De verdad te quiero, Victoria, y sé que una relación no siempre es fácil. ¿Quieres volver conmigo?—pregunté, nerviosa.

—Oh my god, baby. Claro que quiero volver contigo—dijo, sus brazos envolviendo mi cintura y dejando un pequeño beso en mis labios.

—Extrañé tus besos—dije en un susurro.

Victoria sonrió, sus ojos reflejando una mezcla de felicidad y alivio.

—Yo también, Lexi. Prometo que esta vez será diferente—dijo con sinceridad en su voz.

Nos sentamos juntas a desayunar, disfrutando de la compañía y del café caliente. Había una sensación de esperanza en el aire, un nuevo comienzo que ambas estábamos dispuestas a abrazar. Después de todo, el amor que compartíamos era más fuerte que cualquier obstáculo.

—Entonces, ¿cuáles son tus planes para hoy?—preguntó Victoria mientras terminaba su café.

—Tengo un directo con los chicos esta tarde, pero estoy libre hasta entonces. ¿Te gustaría hacer algo?—sugerí.

—Me encantaría. Quizás podríamos dar un paseo por el parque o ver una película en casa. Lo que tú prefieras—respondió ella, tomando mi mano.

—Un paseo suena perfecto. Necesitamos un poco de aire fresco—dije con una sonrisa.

Mientras nos preparábamos para salir, no pude evitar sentirme agradecida por tener una segunda oportunidad con Victoria. Sabía que no sería fácil, pero estaba decidida a hacer que funcionara. Con ella a mi lado, sentía que cualquier cosa era posible.

Regresamos del parque para alistar las cámaras. Victoria decidió no querer salir en el directo, pero iba a estar en la esquina para ver lo que íbamos a hacer.

Pasan los minutos y el timbre empieza a sonar. Victoria dice que ella abriría y yo decido terminar de arreglar todo para que estuviera listo. Los chicos entran a la habitación y me saludan.

—Hola, pendeja—dice Rivers, pero su cara tenía una expresión de querer preguntarme algo.

—Hola, Lexi, ¿qué pedo?—me saluda Osvaldo.

No tuve tiempo para responder y Samy me agarra el brazo para llevarme a la cocina.

—¿Volvieron?

—Sí—dije nerviosa.

—¡ESO ES GENIAL, ESTÚPIDA!—Rivers me da un abrazo.

Solté una risa y pude ver que la platinada se asomaba a la cocina para vernos. Le di una sonrisa y me separé de Samy.

—¿Ya todo listo?—pregunta mi platinada.

Asentí con la cabeza y caminé hacia ella para poder abrazarla.