MALDITO EGOISTA "OMEGAVERSE"

10.- AMOR

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ACTUALIDAD

—"Te salvaré Kitza"—Fue lo que pensó Kei.

~~ Kei y Kitza - Flash Back ~~

El menor de cabellos púrpuras había aprovechado que Katzui decidió ir a los baños, para llevarse a Kitza a un lugar más privado, donde solo ellos dos pudiesen hablar.

Ahora se encontraban un poco alejados de los demás, en compañía de unos viejos árboles.

—No creo que debimos alejarnos t-tanto, Kei-Kun—Dijo el pequeño peliverde con un potente sonrojo.

Kitza sentía que en cualquier momento su corazón saldría disparado de su pecho tras tener a Kei tan cerca.

—Solo será por un rato, Kitza—Le contesto el peli-purpura con una sonrisa.

—E-Esta bien—Volvió a balbucear Kitza.

El peliverde aún no podía creer que en verdad estuviese a solas con Kei.

Con ese niño que le venía gustando desde hace unos meses atrás, cuando sus Oto-san los presentaron por primera vez.

Aún lo recordaba perfectamente, y aunque en ese entonces Katzui le dijo que no se le acercara, porque según este, Kei era un niño raro y muy amargado que no sabía congeniar con nadie; igual terminó por hacerlo.

En ese entonces a Kitza le resultó difícil creer en las palabras de su Onii-san. Ya que, al conocer por primera vez a Kei, le pareció un niño muy tranquilo y bonito.

Así es, a Kitza le pareció un niño muy bonito al igual que su madre.

Las facciones de Kei eran delicadas, poseía lindos rulos purpuras, gestos adorables, y aunque en ese día no obtuvo una sonrisa de su parte. Eso no impidió que en otra oportunidad lograse que Kei le sonriera tras decirle que le parecía un niño muy sorprendente.

Fue allí que, al ver su hermosa sonrisa, Kitza descubrió sus sentimientos por Kei.

Le gustaba ese niño de cabellos purpuras, que no importándole que lo sobrepasará por un año y fuese más alto que él; había sido el que logró conquistar su corazón.

Kei era su primer amor.

— ¿Y-Y por qué estamos aquí, Kei-kun? —Preguntó con el rostro completamente rojo.

Los dos se encontraban sentados sobre un tronco del lugar.

—Bueno...—Oyó hablar a Kei—La verdad es que...—

El peli-purpura no sabía cómo exactamente preguntar lo que deseaba saber, y al parecer, eso lo notó Kitza.

— ¿Qué cosa, Kei-kun? —Se atrevió a preguntar el peliverde con los ojos puestos en Kei esta vez, pero con los nervios aún presentes.

—Kitza—Llamó Kei mirándolo a los ojos también.

Cuando sus miradas se encontraron, Kitza se sintió más nervioso de lo que ya estaba. Sentía a sus manos temblar a causa de ello, por lo decidió alzarlas y llevarlas detrás de su cabeza, para tratar de aparentar tranquilidad.

— ¿Tú... tú quieres mucho a tu Oto-san? —Preguntó al fin Kei.

— ¿Qué? —Soltó Kitza con confusión— ¿A Oto-san? —El peliverde no entendía el porqué de esa pregunta—Por supuesto que lo quiero bastante Kei-kun, él es mí Oto-san y además es el héroe número uno del planeta, cualquiera desearía tener un Oto-san como el mío—Dijo esto último con orgullo.