Capitulo Ocho

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Fluke estaba a horcajadas sobre él y lo miraba con sus grandes ojos castaños que estaban llenos de preocupación y Ohm no podía soportarlo. Sus preguntas a pesar de ser muy sencillas, conllevaban a muchas respuestas que no quería que supiera nunca, estaba seguro que lo harían parecer débil a sus ojos y él no quería la lastima de nadie y mucho menos la de Fluke.

Su trasero estaba justo en su entrepierna y eso lo estaba excitando demasiado. Ohm lo necesitaba y no quería tener que ver esa mirada en sus ojos así que se acercó a él que no se resistió y lo besó a profundidad, Fluke era como masilla entre sus dedos y Ohm lo necesitaba mucho.

—Te deseo mucho, Fluke — se lo dijo muy bajito, pero lo entendió.

—Yo también.. — fue su respuesta.

Ohm lo levantó sin esfuerzo y sin bajarlo y se dirigió directo a su habitación. Fluke no dijo nada solo se pegó más a él y lo abrazo con más fuerza, llegaron hasta su cama. Lo dejo sobre ella y se puso encima de él sin apoyar todo su peso sobre su cuerpo. Dejo de besarlo y lo miro tenía las mejillas rosas y los labios hinchados.

—¿Estas seguro...? No quiero presionarte, pero en este momento puedo detenerme no se cuanto tiempo dure eso así que si quieres podemos parar, ahora mismo — Fluke solo lo miró con los ojos nublados, las pupilas estaban dilatadas. Era hermoso. — Fluke pon atencion. Te deseo. No puedo prometerte nada más que esto, es solo deseo...

Fluke no entendió que se refería Ohm pero él también lo deseaba y no quería que se detuviera quería más, él quería a Ohm de hecho lo amaba, pero no sabía porque dudaba, no lo entendía.

—Yo también te deseo Ohm, por favor no te detengas — dijo.

Ohm se separó un momento de su cuerpo y se quejó, pero él sonrió y empezó a desnudarse, Fluke se quedó mirándolo era muy guapo y su cuerpo era perfecto. Cuando volvió a su lado Fluke perdió la razón.

Cada momento con Ohm era asombroso no solo habían hecho el amor juntos por primera, vez si no que había sido la primera vez de Fluke, fue asombroso y Ohm había sido tan considerado con él que tocó el cielo literalmente.

La segunda vez que lo hicieron Fluke le había dicho a Ohm que lo amaba, después de eso todo se volvió extraño.

Fluke había tratado de abrazar a Ohm pero él se había limitado a sostenerlo de una forma extraña casi como si estuviera incómodo, se limitaba a poner la mano en su hombro como si no se decidiera a acercarlo o alejarlo. No entendía lo que le pasaba, pero estaba agotado así que sin saber que más hacer se durmió encima de su cuerpo.

Fluke estaba de pie en una carretera, parecía no tener fin, tenía a su espalda el sol brillante pero delante de él había un montón de oscuridad y grandes sombras era todo muy oscuro, esa vez no escuchó su nombre pero sabía que él estaba ahí entre todas esas sombras y tenía que encontrarlo.

Busco y busco, gritó su nombre pero él no le contestó.

-Sé que estás aquí, ¿porque no me contestas porque te escondes...?

Una mano se cerró en su muñeca con mucha fuerza, le dolió así que trato de soltarse hasta que lo escuchó.

-Aléjate aquí no hay nada para ti.

Era Ohm, pero ¿porque le decía algo tan horrible?

-No voy a dejarte...- Fluke le gritó - no quiero alejarme de ti. Mientras estemos juntos todo estará bien.

Ohm no le permitió acercarse no quizo acercarse a mí, lo único que hacía era empujarlo hacia la luz y alejarse de él.

Fluke no podía soportarlo... se despertó.

El valor del amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora