El valor del amor

Capítulo Trece

Fluke pensó que creyó estar  decidido a olvidar a Ohm, pero en cuanto lo tuvo de frente cambió de opinion.

No le mintió cuando dijo que recordaba todo lo que le había dicho y aún le dolía. Pero no podia decirle que ya lo había perdonado porque lo amaba que su corazón traidor brincaba de felicidad solo con la posibilidad de estar de nuevo con él.

—Fluke... mírame — dijo Ohm, él no quería, no se sentía lo suficiente fuerte para mirarlo a la cara y mentirle.— lo primero que tienes que saber es que lo único quise hacer fue protegerte, nunca, nunca he querido lastimarte. mira hay cosas que no sabes de mí que nunca le he contado a nadie pero... muy pocas personas han sido buenas conmigo y la mayoría que lo son trabajan para mi... no estoy acostumbrado a recibir.. cariño. Lo que menos quiero es que sientas lastima por mi ni mucho menos. Solo te cuento esto para que trates de comprender porque hice lo que hice...

Fluke no respondió porque no sabía que decirle, entro y dejó la puerta abierta Ohm lo siguió por supuesto. No sabía que pensar no entendía de que creía que lo estaba protegiendo.. Quería que le explicara porque decía que no recibía cariño, ni amabilidad de nadie.

—Te escucho pero no creas ni des por sentado nada, ¿de acuerdo? — dijo con la voz más firme que pudo encontrar.

Ohm solo lo miraba.

—No quisiera tener que decirte esto pero yo.. estoy solo desde hace mucho tiempo, antes que mi padre me echara de casa a los trece años— él lo dijo como si fuera nada, pero Fluke se sorprendió, no imaginaba el dolor de verse rechazado por su propio padre — No, por favor te lo pido no sientas pena por mi no lo soportaría...— él asintió, y no dijo nada más. — Cuando llegue a esta ciudad solo y siendo no más que un adolescente tuve muchísimo miedo, pase por muchas cosas que seguro ni te imaginas, Pero sobreviví. Ahora soy lo que soy gracias a que tuve un poco de suerte. Lo agradezco de verdad pero a veces... en cuanto más gente está a mi alrededor más solo me siento.. y nunca estoy seguro de importarle a nadie.

Ohm había sido muy cruel con él aquella última vez, nunca pensó que había pasado por tanto a lo largo de su vida. No había pensado que estuviera tan solo, Ohm nunca se había quejado de nada, Fluke dio por hecho que su personalidad era así, distante. Fluke sintió que también le había fallado.

—Vivo en un hotel, ni siquiera tengo una lugar propio, porque así no tengo que preocuparme por llegar a una casa vacía. Siempre quise que mi padre me aceptara que me quisiera como soy y me esforcé mucho pero eso nunca pasó, cuando se entero lo que yo era no quiso tenerme ni una hora más bajo su techo.

Fluke trato de detenerlo, comenzaba a comprender su situación y se identificó porque él mismo había sentido ese miedo al rechazo de su familia y de los que lo rodeaban. No se imaginaba algo así.

—No sigas...

Ohm no le hizo caso alguno.

—Les creí, tontamente creí lo que me enseñó mi familia, que yo no era digno de ser aceptado por ser quien soy. Después cuando gane un poco de fama, vinieron personas interesadas por montones, todas buscando algo de mi. Al principio permití que me lastimaran, me permití ser vulnerable y eso solo sirvió para que los medios explotaran ese dolor sin importarles lo que sentía, entonces por fin aprendí a ser esa persona superficial a la que no le importa que lo utilicen, a no mostrar lo que sentía y nunca, bajo ninguna circunstancia mostrarme débil ante nadie. Me convencí que era incapaz de querer, ni de merecer que me quisieran. —Ohm le sonrió lleno de tristeza.

El corazón de Fluke se rompió. Sintió  ganas de abrazarlo, sabía que no debía y que él no se lo iba a permitir.

—Justo en el medio de todo ese desastre que era, llegaste tú, eres todo lo que yo no soy. En ti encontré todo lo que necesitaba, en ti veo claridad.. veo luz en donde yo soy oscuridad. Mientras estuve aquí contigo en tu casa, sentía que tenía un hogar... yo no quería salir, no quería tener que compartirte con nadie. Si ya sé que es un pensamiento muy egoísta pero tenerte para mi solo me reconfortaba muchísimo, yo era feliz con que tú me quisieras aquí contigo. Cuando me dijiste que me querías...no es que no te haya creído. Es solo que se me hacía muy difícil de entender, que alguien como tú, me quisiera. A mi. Quiero que sepas que no tengo ni tuve a nadie más, mientras estuvimos juntos nunca te engañe.