ELIJAH
15 años.
El cielo está despejado sin mostrar indicios del mal tiempo que pronosticaban los empleados durante la tarde en la cocina de la mansión. Eso era más que suficiente para que Matteo Salvatierra diera pie al día de cacería anual. En el mes de octubre de cada año, mi abuelo tiene arraigada como tradición familiar la cacería en los territorios de los antepasados Salvatierras. Reunía no sólo a la familia para aquel evento sino que extendía la invitación a todos sus socios, amigos y posibles conexiones. El abuelo utilizaba ese día para exponer la opulencia de que conlleva ser un Salvatierra y mostrar los logros de su persona ante los ojos de sus invitados. Lo llama: "Manifestación de Poder". Aunque no es necesario. Cada invitado al cruzar por el vestíbulo del hogar del anciano se daría cuenta de la autoridad. Con cada animal disecado colgado en las paredes pude ver a más de uno cagarse en los pantalones.
Este año sería para mí la iniciación de tal tradición. Sería también el principio de mi participación en los negocios de la familia...y también siendo el objeto de vitrina del abuelo.
Miro por segunda vez el mapa establecido y la marca subrayando la zona permitida para nosotros. Tanto mi abuelo como sus invitados se marcharon hace veinte minutos. Yo tuve que aguardar en la entrada del bosque porque no entraría solo. Guardé el mapa en el bolsillo de mi chaqueta azul marino y comienzo a ponerme los guantes de cuero negro. Un golpe en la espalda me impide seguir.
Sonrío.
—Ya sé, ya sé, olvidé que no te agrada que te den la espalda —Digo divertido. Me doy la vuelta y soy sorprendido por el cabezazo juguetón de mi caballo. Llevo las manos a su pelaje brillante blanquecino y reparto caricias para calmar su travieso comportamiento—. ¿Estás ansioso? ¿Lo estás? Yo igual. Será nuestra primera vez cazando, así que prométeme que te portarás bien. Habrá premio si conseguimos cazar un animal grande.
Cirano rechilchó ante tal trato.
Me alegré.
Detrás de nosotros se oye unos pasos.
—¿En dónde partiremos? —pregunta Gabriel acercándose mientras se acomoda su chaqueta ceñida con una mano mientras con la otra sostenía un rifle.
Mi mejor amigo de la infancia sería el encargado de enseñarme. Gabriel y su familia han sido parte de la caza anual durante muchos años, se debía al gran vínculo de generaciones que teníamos con los Valentine.
—Nos dieron la Ruta de Sade. —Respondí dejando a Cirano pastar por unos momentos.
—Aburrido. Nunca se encuentra algo por ahí. —Se queja Gabriel echando la cabeza hacia atrás, despeinando sus cabellos rubios.
—Bueno, es la primera vez que participaré en la cacería del abuelo, así que la ruta no es mala para mí.
Gabriel sonríe brillante y toma el casco de la montura de mi caballo.
—Es verdad. La princesa ha crecido finalmente -Dice.
Él es el único que me llama así. Es la única persona, aparte de mis padres, que conoce mi secreto mejor guardado...aunque eso signifique soportar sus burlas inofensivas.
—Imbécil. —Insulto y él ríe.
—Es broma, princesa. A ver... esto por mí unos segundos. —Me entrega en los brazos el rifle.
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Debajo De La Carne Y Hueso
RomansaEsto va más allá de lo que había imaginado. En un solo momento todo se volvió en mi contra. Recibí la noticia que mi padre habia fallecido hace días atrás y mediante un mensaje de texto me estaban invitando a asistir a su funeral. Solo era un día pa...