Una flor de un tímido ✔️

CAPÍTULO 25

Capítulo 25: La respuesta más esperada

Como a Debling se le había prohibido asistir a todas y cada una de las reuniones de ayer y de la noche anterior, el duque de Northumberland pasó la mayor parte de su tiempo en los cuatro rincones de su habitación, mientras intentaba curar el moretón que se le había formado en la cara por su pelea a golpes con Lord Fife. Al tercer día, ya podía sentir que el aburrimiento se acumulaba en su interior al sentirse tan improductivo. Pero como la actividad de los caballeros de hoy es una competición de caza, optó por no participar. Thomas es una persona que empatiza profundamente con los animales. No tiene el corazón para unirse y quitarle la vida a las presas sacrificadas para el evento. Además, las noticias de la pelea todavía están vivas entre los otros nobles invitados al Palacio de Kew, por lo que decidió limitar su aparición pública por ahora, tratando de apaciguar a la Reina y no ponerse en el escrutinio. Y así, Thomas decidió proceder con la sugerencia de Penélope para matar el tiempo. Agarra el libro que le prestó la joven y encuentra un lugar para leer.

Mientras el duque se dirigía a la biblioteca del palacio, no pudo evitar sentir una sensación de expectación. La grandeza del entorno, los susurros silenciosos de la historia que resonaban a través de las filas de tomos antiguos... Era un santuario en el que no se había permitido el lujo de refugiarse durante demasiado tiempo.

Con un suave empujón, las pesadas puertas de roble de la biblioteca se abrieron, revelando un remanso de conocimiento y tranquilidad. Debling se tomó un momento para saborear la vista, el familiar aroma de los libros encuadernados en cuero y el pergamino viejo lo invadió como un abrazo reconfortante. Al igual que su amada, tiene un profundo interés en leer libros para aumentar su conocimiento. No pudo completar sus estudios en la universidad ya que tuvo que regresar a Northumberland para asumir sus deberes ducales a la temprana edad. Y así, amplió sus conocimientos con la ayuda de su profesor privado y la extensa colección de libros de la biblioteca de su finca.

Debling encontró un rincón acogedor junto a la ventana y se acomodó en un sillón mullido, con el libro de Castle Rackrent entre las manos. Mientras pasaba las páginas, se sintió transportado a otro mundo un mundo de castillos en ruinas, intrigas nobles y el encanto eterno de la campiña irlandesa.

Perdido en las páginas del libro, Debling se permitió olvidar las preocupaciones de la alta sociedad y sumergirse en el rico tapiz narrativo tejido por el tomo elegido por Penelope. Por un breve momento, el peso de sus responsabilidades como duque y conde se desvaneció, dejando solo el simple placer de una buena lectura.

Cuando llegó a la mitad del libro, algo inesperado atrajo su atención una carta escrita a mano entre las páginas. Con una sensación de curiosidad mezclada con sorpresa, extrajo con cuidado la carta y la desdobló, mientras sus ojos examinaban la elegante escritura de la página.

Las palabras escritas por Penélope en respuesta a su propuesta de matrimonio le llamaron la atención, cada línea estaba impregnada de su gracia y sinceridad. El corazón del duque se aceleró al leer la carta escrita a mano escondida entre las páginas del libro que Penélope le había prestado. Su pulso se aceleró con cada palabra, la respiración se le quedó atrapada en la garganta mientras asimilaba el contenido de su respuesta a su propuesta de matrimonio.

Con una mezcla de anticipación y temor, guardó la carta en el bolsillo de su abrigo, sintiendo el peso de su significado presionando contra su pecho. Sin dudarlo un instante, se levantó de su asiento en la biblioteca del palacio, con la mente encendida de determinación mientras se disponía a buscar a Penélope.

Sus pasos se aceleraron mientras recorría los pasillos sinuosos del palacio, la urgencia de su misión lo impulsaba a seguir adelante. Tenía que encontrarla, tenía que hablarle, transmitirle la profundidad de sus sentimientos y la sinceridad de sus intenciones.