CAPÍTULO 6

733 61 1
                                    

Capítulo 6: Los bailes

Después de que la Reina se fue, un grupo de damas y caballeros de la alta sociedad comenzaron a congregarse alrededor de los Featherington. Todos tenían curiosidad por ver a Penélope de cerca, ver la belleza que encantaba a la propia Reina y admirar la exquisita y brillante pieza que colgaba de su cuello. También había muchos caballeros que la habían invitado a bailar, en su mayoría caras nuevas que acababan de presentarse a la chica pelirroja.

Entre la multitud, se encontraba Colin Bridgerton, que había estado observando a Penélope desde la llegada. Penélope sintió que se le endurecía el interior al ver el rostro de su amiga de la infancia. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que se vieron. Durante estos últimos meses, Colin había perdido la grasa de bebé en su rostro, pero seguía siendo tan encantador y atractivo como es. No importaba cuánto lo extrañara, lo único que pasaba por su mente eran las palabras que Colin había dicho con orgullo a sus amigos.

—Pen— Saluda Colin.

—¿Estás loca? Jamás soñaría con cortejar a Penélope Featherington. Ni en tus fantasías más salvajes, Fife. —Esas palabras resonaron en los oídos de Penélope. Pero a pesar de estar herida y enojada con el hombre que tenía frente a ella, y como una dama con los modales adecuados, le devolvió el saludo al chico Bridgerton.

—Buenas noches, señor Bridgerton —dijo con frialdad mientras inclinaba la cabeza.

—Buenas noches, Pen. ¿Estás bien? No te vi la otra noche —dice Colin.

—Como puede ver, estoy bien para asistir a este baile, señor Bridgerton— Las gélidas palabras de Penélope siguen atormentando al ignorante Colin.

—¿Señor Bridgerton? ¿Ya no llamaremos por nuestro nombre de pila? —preguntó Colin, ya que no estaba acostumbrado a oír a su amiga llamarlo por su apellido. Una pregunta que lamenta haber planteado cuando un par de miradas se volvieron hacia él, incluida la de la baronesa viuda, Lady Featherington. Entonces recordó la advertencia de su madre. Decidió tener cuidado con sus palabras para no atraer una atención no deseada hacia ellos.

Penélope ha estado tratando de conseguir pretendientes esta temporada, y si se corre la voz de que está actuando con tanta familiaridad con un caballero como él, podría causar algunos rumores que afectarán las perspectivas de su amiga.

—Bueno, ¿puedo invitarla a bailar, señorita Featherington? —pregunta con naturalidad, solo para cambiar de tema. Sabía que sería mejor conversar con la dama pelirroja durante el baile para que menos espectadores pudieran escuchar sus palabras.

Por mucho que quisiera rechazar la invitación, Penélope levanta la muñeca con vacilación para que Colin escriba su nombre en la tarjeta. Había una regla establecida por la cual si una dama rechazaba a un hombre que le pedía bailar, entonces tendría que quedarse fuera de todos los bailes por el resto de la noche. Una consecuencia a la que Penélope no podía darse el lujo de renunciar. Le costó mucho tener su tarjeta de baile llena de nombres y no dejará que esta oportunidad se le escape solo por Colin Bridgerton. Está decidida a tener un pretendiente y si necesitara soportar fingir una sonrisa y conversar con el hombre que odia en este momento, lo haría obedientemente. Solo para asegurar sus posibilidades de encontrar un marido de la alta sociedad.

Colin le sonríe mientras termina de escribir su nombre en el papel que lleva colgado en la muñeca. Escribió su nombre en el baile campestre, por lo que a su tarjeta solo le falta un último baile.

—Te buscaré cuando empiece nuestra canción— Colin la dejó felizmente y fue a buscar a sus hermanas. El hombre inocentemente piensa que compartir un baile con Penélope hará que su noche sea mejor.

Una flor de un tímido  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora