Capitulo 3

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Todas las pertenencias de Ania ya se encontraban empaquetadas en cajas de cartón, se encontraba sentada frente a su peinador, aun no se marchaba y en el lugar ya se sentía una atmosfera lúgubre.

La casa en la que se había criado y en la que creía que  moriría encerrada ahora se convertiría en el hogar de otra familia, pues su padre la había puesto en venta.  

Llena de nostalgia había recorrido la casa centímetro a centímetro tocando por todas partes, tratando de memorizar hasta el ultimo detalle. Su padre le había prohibido llevar consigo sus estanterías de libros.

-Por favor hobi.- Le suplica a su mejor amigo y única compañía pues desde hace un par de años el había desempeñado el papel como guardaespaldas- prométeme que vendrás y sacaras mis libros de aquí, que nadie los profane o peor aun, que terminen en la basura.

-Me escabullire en la noche, no creo que el SR. Kim regrese a la casa despues de la boda.

El dolor de su mejor amigo y guardián era perceptible para Ania, el siempre había sido una luz en su camino pues le brindaba felicidad y alegría a su vida, siempre la estaba haciendo reír y al mismo tiempo era exigente con ella, pues quería que Ania llevara una vida normal lo mas posible, que dejara de querer vivir en la oscuridad.

-¿Y si ese hombre es un viejito rabo verde?- Ania estaba preocupada, pues su padre no le había dicho información alguna del hombre con el que se iba a casar en un par de horas.

-Min yoongi no es un viejito- se carcajea por primera vez- todo lo contrario, es el hombre con cara de modelo que todas quieren.

Ania se sorprende por la información de su amigo, pues ella creía que el no sabia nada sobre lo que estaba pasando, pero el siempre a sido muy bueno para informarse de las cosas o mas bien la información siempre le llegaba a el, pues el chico es un imán de personas, con su buena vibra todos desean contarle chismes detallados.

-¿Lo conoces? ¿Por qué no me habías dicho?

-Lo conozco, alguna vez fuimos compañeros de academia pero el estaba en un curso superior.

Hoseok había pertenecido a la elite social, pero una  mala jugada en la bolsa de valores dejo a su familia en la bancarrota, el conocía a Ania cuando la madre de esta aun vivía y llevaba a la pequeña a eventos sociales y clases extracurriculares antes de perder la vista. Hoseok se vio obligado a buscar un empleo para ayudar a su familia y el señor Kim le dijo que le daría todo si cuidaba de Ania, el acepto de manera gustosa pues aparte del exquisito pago el sabia que ser de mucha ayuda para Ania.

Ahora no conoce su destino, puede conseguir un mejor empleo y comenzar a trabajar en sus metas pero no quiere dejar sola a Ania, pues el sabe todo lo que la chica a sufrido y siente que  el esta en deuda con ella.

El había visto a Min Yoongi el jugador de baloncesto por el que todas las chicas morirían, cada que llegaba un baile era una guerra sangrienta y el chico de piel pálida complacía a cualquiera que se le pusiera por enfrente. 

Hoseok no entendía porque un tipo como el se iba atar en matrimonio si su rostro siempre es tendencia en los noticieros cuando lo captan teniendo sexo a plena vista de todos. A el no le hacia nada de gracia que Ania se fuera a casar con el, pero hoseok no podía hacer nada para impedirlo.

-¿Y como es? descríbeme cada detalle.

-Bueno de estatura es mas bajo que yo- infla el pecho engrandecido- piel pálida, pero no como la tuya, tu le ganas. Sonrisa espectacular que hace que  a las mujeres le tiemblen las piernas, apuesto, todo un modelo de Valentino.

-¿Y su personalidad?- pregunta la chica fascinada por obtener algo de información.

-Un maldito patán- carraspea un poco para disimular su enojo- un mujeriego que se enreda con cualquier piernas bonitas que se le cruza por enfrente, típico macho alfa, de pocas pulgas, no le teme agarrase a piñas.

La chica se queda en silencio analizando la información obtenida, Hoseok puede ver como las emociones de la chica van desde el miedo, nerviosismo, angustia, todo mezclado. Pero parece que no esta satisfecha y que algo la aflige de verdad.

-¿Que sucede?- le pregunta directamente.

-¿Y si el quiere una noche de bodas?- Ania entrelaza sus manos nerviosa- ¿crees que el quiera que yo cumpla el papel de esposa? ¿Qué me use como su juguete....

-¡Le parto la cara!- se pone en pie, rojo de ira- ¡ si se atreve a ponerte un dedo encima ese malnacido se las vera conmigo!

Hoseok comienza a caminar por toda la habitación, el estaba planeando pedirle a Min Yoongi que lo deje estar con Ania, pues esta seguro de que el no cuidara bien de ella. Pero todo esta en un veremos y si este no se lo permite Ania estará sola.

Nunca había escuchado que Min Yoongi abusara de alguna chica, pero no le teme meterse en problemas así que todo es posible. 

Hoseok maldice entre dientes cuando lagrimas descienden por las mejillas de Ania, el temor se refleja en su rostro, nunca la había visto tan asustada ni si quiera cuando se callo por unas escaleras. Si el pierde la calma no será de mucha ayuda para ella.

-Escucha- la chica se sobresalta- yo no te voy a dejar sola, lleva contigo tu teléfono a todas partes y llámame si necesitas ayuda. 

Esta asiente y sostiene su teléfono que cuelga de su cuello, es un modelo Nokia antiguo de tapita, ella usa ese modelo porque los botones le ayudan a llamar sin ver los números, conoce de memoria el numero de hoseok pues lo practicaron cientos de veces al igual que el numero de emergencias.

-Si lo que te preocupa es el tema del se...- las palabras se atoran en su garganta- no creo que el espere eso de ti, Yoongi es un maldito patán de lo peor, pero creo que su mayor interés es el dinero y no tu. Simplemente no esperes vivir una vida de matrimonio como tus libros, evítalo lo mas que puedas y creo que estarás bien.

-Gracias hobi- murmura la chica- gracias por todo, gracias por ser mi ser de luz.






ciega de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora