Capitulo 10

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-No  se preocupe Sr. Min, encontraremos a su esposa- menciona el oficial mientras revisa los apuntes de su libreta.

-Gracias- me limito a decir.

Una notificación de mensaje hace vibrar mi celular, al observar la pantalla veo que se trata de los investigadores privados que contrate, expertos en rastreo y otro tipo de cosas.

"Encontramos el auto abandonado, esta es la dirección, ella debe de estar cercas"

Abro el link de la ubicación y esta es cercas del Rio Han, me doy media vuelta y abandono la estación de policías, no pienso perder mi tiempo sentado aquí sin hacer nada.

 -¡SEÑOR, NO PUEDE ABANDONAR LA ESTACION!- el oficial trata de detenerme-¡Debemos esperar!

-¡Encontraron el taxi!- aumento la velocidad de mis pasos-¡síganme si pueden!

Corro por el estacionamiento hasta mi auto, el oficial comienza a gritar para que me sigan algunos elementos. Malditos, no saben hacer bien su trabajo.

Me pongo en marcha, en una situación normal me tomaría al menos 30 minutos llegar al rio, pero ahora solo me tomara 10, conduzco como si no hubiera un mañana, no me importa pasarme en rojo los semáforos, los altos, topes, todo lo que se me presente lo paso sin pisar una sola vez el freno. Las patrullas que me siguen encienden las sirenas y tratan de seguirme el paso.

Llego hasta la ubicación en donde el equipo de rastreo ya se esta poniendo en marcha, siguiendo el rastro con perros especializados K-9.

-¿Que encontraron?- le pregunto al hombre a cargo.

-El hombre abandono el taxi, seguimos las huellas y nos llevan a unos 40 metros de aquí, los perros se encargaran de rastrear el lugar, seguramente ella esta cerca.

-¿Que esta pasando aquí?- interrumpe el oficial de policía tratando de recobrar el aliento, tal parece que fue mucha velocidad para el- ¿Quiénes son estas personas?

El oficial se siente intimidado por el equipo de rastreo pues visten como si fueran unos fuerzas especiales activos y así fueron en su momento pero ahora no trabajan para el gobierno, pues obtienen mas ganancias por sus habilidades adquiridas. 

-Yo los contrate- digo manteniendo seriedad- se trata de mi esposa y voy a usar cada recurso a mi disposición.

-Señor Min, estos hombres son desertores- los señala y se pone nervioso por su ofensa- se venden al mejor postor, ensuciando le nombre que alguna vez portaron. Solo entorpecerán la investigación.

-Ellos encontraron las evidencias mas rápido que ustedes- el oficial se limpia el sudor de la frente- no pienso discutirlo mas ¿van a ayudar o solo se quejaran?

Los oficiales se miran unos a otros sorprendidos, el mas joven se ve fascinado por los uniformes de los fuerzas especiales, como si estuviera a punto de pedirle una fotografía al comandante de la unidad.

-Muy bien- asiente el oficial-¿que lado cubrimos?

-Sigan a los perros, cuando hallen el rastro deberán desplegarse para encontrar a la Señora Min mas rápido.

-¡Síganme!- los oficiales adoptan posición de firmes y comienzan a seguirlo con un ritmo de marcha.

-Los perros encontraron el rastro- se escucha decir por la radio.

-Vamos señor Min- el comándate me indica que lo siga, me lleva hasta una cuatrimoto en donde nos montamos, me vería muy gay si lo agarro por la cintura así que me agarro en las esquinas de la cuatrimoto.

Pasamos a los oficiales, en un par de minutos escuchamos los aullidos de los perros.

-¡Están mas cerca!- me grita el comandante-¡mientras mas frenéticos se ponen quiere decir que ella esta por el área.

ciega de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora