Capitulo 7

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Mi primera semana ya ha pasado en esta casa, en todos estos días  hoseok me ayudo a acomodar mi habitación, Jin el cocinero se ha vuelto en un gran amigo, siempre me esta haciendo reír con sus chistes, me ayuda tanto y me tiene tanta paciencia y consideración.  A veces me deja ayudarle en la cocina, como rayar el queso, lavar verduras, tareas pequeñas pero que me hacen feliz para no sentirme inservible.

Casi no he tenido contacto con Min Yoongi, el se la vive en su empresa y cuando esta en casa me evita y yo lo evito a el, no hemos tenido problema alguno. Lo único que me incomoda es la misteriosa mujer que se pasea por las noches en los pasillos, a veces se para frente a mi y me gustaría decirle que soy ciega no tonta, pero creo que ignorarlo es lo mejor. Ella nunca me ha dirigido la palabra pero tampoco me ha hecho daño alguno, tal vez solo le divierte el hecho de que cree que no me doy cuenta de su presencia.

-¿Como se llama el primo vegano de Bruce Lee?- le pregunta jin a yoongi. 

Hoy extrañamente ha decidido desayunar conmigo, creí que ya no se encontraba en la casa.

-¿Bruce Lee tiene un  primo?- pregunta con voz ronca.

-Broco Lee, haha- sus carcajadas se escuchan por todo la cocina-oh  vamos yoongi-ha, puedes hacerlo mejor.

No puedo evitar reírme con las carcajadas de jin, muerdo mi tostada con mermelada para tratar de ahogar las risas. Cuando busco  mi vaso de leche por accidente tiro unos cubiertos de metal que se encontraban a mi derecha.

-Lo siento- inclino mi cabeza. Con los chistes de jin olvide poner atención a mi entorno.

El banco que esta junto a mi se desliza, Yoongi no dice nada y se limita a recoger los cubiertos. Sin previo aviso siento unos dedos fríos recorriendo mi pantorrilla, me quedo paralizada, Yoongi no se había atrevido a tocarme. Toca mis rodillas de manera suave, se pone en pie y despues toma uno de mis brazos, lo recorre con la yema de los dedos como hago yo para poder memorizar los rostros, no he podido explorarlo a el, no me he atrevido a pedírselo pero me gustaría tener aunque sea una imagen de el y no solo conformarme con escuchar su voz.

-¿Porque tienes tantos golpes?-me pregunta cercas de mi oído sin soltar mi brazo.

-¿Como?- pregunto desconcertada.

-Tienes muchos moretones, algunos morados y otros recientes, ¿Por que tienes tantos golpes?

-Es la casa-murmuro- aun no me he adaptado bien.

-Claro que es la casa- interviene jin- no esta adaptada para ella. Los bordes la hacen caer, choca con los muebles decorativos y eso debe doler, el otro día se pego con el borde de la mesa y juro que vi una lagrima salir. Imagina darte en el dedo chiquito del pie todos los días.

-Lo siento- murmuro inclinando la cabeza.

-¿Por que te disculpas?- exhala el aire, como si estuviera molesto- llamare a un diseñador para que adapte la casa. Pero tu deberás indicarle lo que te molesta mas.

-Oh no, no es necesario.

No quiero generarle problemas, ni que tenga que modificar sus cosas que a el le gustan por mi discapacidad.

-Mira....digo...escucha, yo no vivo mi tiempo aquí, tu si- suelta mi brazo- no me importa las modificaciones que hagan porque a mi me da igual. 

-No seas así Ania- interviene jin- si Yoongi dice que no le molesta es porque así es, se que no tienes mucha confianza aun pero te aseguro que queremos lo mejor para ti.

-Gracias- me limito a decir.

-Tengo una cosa para ti.- Vuelve a tomar mi mano y coloca un sobre.

-¿Que es? ¿una carta de amor?- pregunta jin a carcajadas.

ciega de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora