Capitulo 13

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-¿No te apetece salir hoy?-pregunta Hoseok mientras arregla la cama de Ania.

-¿Para hacer que?- pregunta mientras cepilla su cabello enmarañado pues su compañero de cama se la pasaba enredando sus dedos en su cabello. Solo les tomo una noche para despues ya no  dormir separados. Cada noche cuando su compañero llega toma una ducha e irrumpe en la habitación de Ania sin mediar palabra, simplemente se acuesta en su cama. 

No platican, son escasas las palabras intercambiadas mas sin embargo se volvieron compañeros de sueño, la segunda noche Min yoongi comenzó a tocar el cabello de Ania, peinándolo con los dedos, como si realizar esta acción le permita conciliar el sueño mas rápido.

-No hemos salido de esta casa- se queja hoseok- ya te quitaron las vendas de la cabeza, vayamos a tomar sol y tomar otros aires.

-¿Que tal ir al centro comercial?- pregunta Ania- gastemos los millones de mi esposo.

-¿Ahora lo llamas así?- pregunta incrédulo- ¿solo unos días compartiendo cama y ya es...?

Las mejillas de Ania se ruborizan al recordar aquella mañana, ella no le había dicho nada a su  mejor amigo y cuando Yoongi tuvo un día descanso apago la alarma así que cuando Hoseok llego y entro a la habitación sin siquiera tocar como era costumbre se sorprendió mucho al verlos juntos. Pego el grito en el cielo, por mas que Ania intento jurar que no pasaba nada su amigo no le creyó del todo.

-Basta- sonríe- ya te dije que no pasa nada entre nosotros. 

-Vale- respira profundo tratando de relajarse- vayamos a dejar en ruinas a tu "esposo".

Ania termina de alistarse, Hoseok le prepara un bolso y abandonan la habitación. Hoseok no esta muy seguro sobre las intenciones de Min Yoongi con Ania, pero de una cosa si esta seguro, despues de lo que paso no va a dejar de protegerla. Yoongi le entrego a Hoseok una camioneta especial para que lleve a Ania a donde ella quiera. 

Ania no puede evitar ponerse tensa al subir al auto, Hoseok le coloca el cinturón de seguridad y puede ver como gotas se deslizan por sus mejillas. Es un reto que Ania haya querido salir, pero uno mas grande es montarse en un auto. 

-¿Todo bien?- le pregunta antes de cerrar la puerta del pasajero.

-Si- murmura.

Hoseok se pone en marcha hacia el centro comercial, de vez en cuando le echa unos vistazos a Ania por el retrovisor, en el primer transcurso del recorrido se aferra a su cinturón de seguridad,  pero despues de que Hoseok bajara la ventanilla del lado de Ania esta comenzó a sonreír cuando sintió el viento en la cara y el ruido de la ciudad se apodero del silencio. 

Cuando llegaron al centro comercial Ania saltaba de alegría,  parecía una niña pequeña en un jardín de infantes, visitaban todos los locales Ania exploraba y  tocaba todo cuanto podía. Si le gustaba algo deslizaba la tarjeta sin detenerse a pensar en el costo de las cosas.

Se compro bolsos, zapatos, ropa pero no solo cosas para ella, compro utensilios de cocina para jin, plantas para la casa, compro juguetes de niños como slime, burbujas, pelotas de goma...se sentía libre, hacia mucho tiempo que no se sentía de esa manera. 

-¿Que tal algo de joyería?- pregunta fascinada.

-¿Segura?- pregunta un tanto sorprendido, pues Ania no solía utilizar tantas cosas pues siempre pensaba en la comodidad y estar libre para moverse. Además ya estaba cansado, ya habían recorrido todo, y había tenido que ir al menos tres veces hasta la camioneta para guardar las bolsas de compras.

-Si- asiente emocionada- te prometo que es la ultima tienda. Despues nos vamos al área de comida para recargar energía. 

-Ok- sonríe contagiado por su alegría- necesito comer.

Entran a la joyería y Ania pide un set de collar con aretes y pulseras. La vendedora le muestra al menos cuatro juegos, Ania se toma su tiempo para tocarlos a detalle. Hoseok se recarga junto a la puerta de entrada, el realmente no interfiere con las compras locas de Ania. 

Ania no esta segura de si llevarse los cuatro juegos, se pone tensa cuando la campanilla del local suena y percibe un aroma conocido. Escucha unos tacones resonar en el piso de madera acompañados por unos pasos mas pesados.

-¡Oh pero que bonitos!- expresa la mujer emocionada- ¡Cariño! ¡este es el juego que quería comprar!

La mujer se para junto a Ania, seguramente mirando el mostrador, Ania ya sebe de quien se trata. Es ella, la mujer que se paseaba por su casa y que se le paraba enfrente para molestarla. Esta con el, aunque el no mencione palabra alguna, esta muy familiarizada con su aroma y el sonido de sus pasos, pues su corazón no puede evitar brincar cuando lo escucha dirigirse hacia su habitación.

-Por favor quiero este set- le indica a la vendedora.

-Un momento por favor, estoy atendiendo primero a la señorita. Este es un juego único y ella llego primero ¿Los va a querer?

-Si- asiente Ania.

-¿Cual?- pregunta la vendedora.

-Los quiero todos- Ania sonríe con satisfacción cuando la acompañante de su "esposo" bufa por lo bajo.

Ania sonríe aun mas cuando desliza la tarjeta, es la compra mas satisfactoria que ha hecho. Le entregan sus bolsas de la compra y camina con paso seguro hacia la puerta. Yoongi evita a toda costa chocar con ella, Ania le dirige una pequeña mirada y el rostro de Yoongi se torna rojo, sabe que ella lo ha descubierto.

Hoseok le abre la puerta y toma las bolsas para que Ania se sostenga de su brazo, caminan un poco mas rápido para alejarse de la tienda.

-Es ella ¿verdad?- pregunta en un susurro- la mujer que lo trae loco.

-Si- responde nervioso- por lo que se, llevan muchos años involucrados.

-¿Y si nos vamos a casa?- pregunta Ania dando un suspiro- estoy agotada. Que jin nos prepare algo.

-Esta bien- asiente Hoseok preocupado- no hay problema. 

El rostro de Ania se torna serio, Hoseok no sabe si es porque esta cansada o porque se encontraron con Yoongi pretendiendo no existir. 









ciega de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora