Esto trata sobre una joven la cual vive su vida de lo más normal, hasta que por sauces del destino todo da un giro de 90° grados poniendo así su vida patas arriba, viviendo conjunto a su familia grandes cambios , una historia llena de drama, roman...
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4:00 p.m.
Nancy estaba en la sala, tomando té mientras trataba de calmarse después de la conversación con su madre. Todavía se sentía abatida por la partida de Valeria. La sensación de pérdida y traición le pesaba en el corazón. Intentó distraerse leyendo un libro, pero su mente no podía concentrarse.
Mientras Nancy estaba sumida en sus pensamientos, su madre, Juli, entró en la sala. La observó por un momento antes de acercarse y sentarse a su lado.
— Juli: — Nancy, ¿cómo estás, mi amor?
— Nancy: — (Suspirando) No lo sé, mamá. Todo se siente tan mal últimamente.
— Juli: — Lo sé, cariño. Las cosas han sido muy difíciles para todos. (Pausa) Pero quiero que sepas que estoy aquí para ti. Siempre.
— Nancy: — (Mirándola) Mamá, ¿qué va a pasar ahora? ¿Valeria se fue por siempre?
— Juli: — (Con un suspiro) Valeria necesitaba irse por un tiempo hija ya te había dicho. Fue lo mejor para todos, aunque duela. Pero encontraremos a alguien que te cuide y te quiera tanto como ella.
— Nancy: — No será lo mismo. (Las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas) Ella era como de la familia.
Juli rodeó con sus brazos a Nancy, abrazándola con fuerza. Sentía la angustia de su hija y la compartía. Sabía que tenía que ser fuerte, no solo por ella misma, sino por Nancy también.
— Juli: — Lo sé, mi niña. Lo sé. Pero prometo que haremos todo lo posible para que las cosas mejoren. Y estamos juntas en esto, ¿de acuerdo?
— Nancy: — (Asintiendo) De acuerdo, mamá.
— Juli: — Vamos a salir adelante. Somos fuertes. (Le da un beso en la frente) ¿Te parece bien si salimos a caminar un rato? A veces, cambiar de aire ayuda.
— Nancy: — (Limpia sus lágrimas) Sí, me parece bien.
Ambas se levantaron del sofá, dispuestas a salir y respirar un poco de aire fresco. Aunque el camino por delante parecía incierto, Juli estaba decidida a hacer todo lo necesario para sanar las heridas de su familia y encontrar un nuevo equilibrio en sus vidas.
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4:30 p.m.
Nancy y Juli salieron de la casa y comenzaron a caminar por el vecindario. La brisa suave y el cálido sol de la tarde hicieron que el ambiente se sintiera un poco más ligero. Caminaron en silencio por un rato, disfrutando de la compañía mutua sin necesidad de palabras.
— Nancy: Mamá, ¿podemos ir al parque?
— Juli: Claro, mi amor. Vamos al parque.
Llegaron al parque cercano y se sentaron en un banco. Juli observó a Nancy, notando lo mucho que había crecido y lo fuerte que era, a pesar de todo lo que habían pasado.
— Juli: Nancy, sé que todo esto ha sido muy difícil para ti. Quiero que sepas que lamento mucho no haber estado más presente.
— Nancy: (Mirando el suelo) Mamá, sé que tienes muchas responsabilidades, pero a veces siento que estoy sola en esto.
— Juli: (Suspirando) – Lo sé, y tienes razón. Tu papá y yo hemos estado tan enfocados en nuestros trabajos que hemos descuidado lo más importante: tú. Pero eso va a cambiar, te lo prometo.
— Nancy: (Mirándola) – ¿Cómo, mamá? ¿Cómo va a cambiar?, siento que ya he escuchado eso muchas veces y siempre es lo mismo mamá.
— Juli: Vamos a hacer algunos ajustes en nuestras vidas ya te lo había dicho antes hija , solo confia. Tu papá y yo hemos hablado sobre dedicar más tiempo a la familia y está vez será de verdad. Necesitamos estar más unidos y crear un ambiente más sano para todos.
— Nancy: (Asintiendo) Eso me haría feliz, mamá. Solo quiero que estemos juntos.
— Juli: Y lo estaremos. (Sonríe) Empezaremos haciendo más cosas juntos, como esta caminata. Y prometo que estaré más presente.
Nancy sonrió levemente, sintiendo un rayo de esperanza. Aún había dolor en su corazón, pero la promesa de su madre le daba algo por lo cual aferrarse.
De repente, el sonido de un teléfono interrumpió el momento. Juli sacó su móvil y vio que era un mensaje de Lucas. Se apartó un poco para leerlo, frunciendo el ceño al ver el contenido. Volvió a Nancy con una expresión seria.
— Juli: Nancy, necesito que regreses a casa. Tu papá necesita hablar conmigo de algo .
— Nancy: (Preocupada) – ¿Está todo bien?
— Juli: Sí, mi amor. No te preocupes. Solo son cosas de adultos. Tú regresa a casa y relájate. Nos vemos en un rato.
— Nancy: (Asintiendo) Está bien, mamá.
Nancy comenzó a caminar de regreso a casa, sintiéndose un poco inquieta por la urgencia en la voz de su madre. Sabía que algo importante estaba sucediendo, pero decidió confiar en que sus padres lo manejarían.
Mientras tanto, Juli se quedó en el parque, llamando a Lucas de inmediato.
— Juli: Lucas, ¿qué pasa? ¿Por qué la urgencia?
— Lucas: Juli, tenemos que hablar en persona. Es sobre la decisión que hablamos esta mañana. Hay algo más que necesito decirte.
— Juli: Está bien, voy para allá. Nos vemos en casa.
Juli colgó el teléfono y se dirigió rápidamente de regreso a casa, con el corazón acelerado y la mente llena de preguntas. Sabía que los próximos momentos serían cruciales para su familia y estaba decidida a enfrentarlos con toda la fuerza y determinación posible.
