"Donde Ben acude a Blair la hija de
Blancanieves ante la llegada de los
cuatro hijos de villanos, interesándose en ella. . .
O
Donde Blair comienza a sentir nuevos sentimientos hacia el futuro rey de auradon...
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BLAIR se sentía confundida y frustrada, más que nada frustrada, su cabeza era un lío en definitiva y parte de la culpa la tenia Ben.
Aunque no quería culparlo, pero el no se daba cuenta de que todo lo que hacía, decía o actuaba estaba ocasionando que Blair se sintiera más y más confusa, y no le gustaba el sentimiento, por supuesto que no. Pero por supuesto ella no le diría una sola palabra a Ben, preferiría que se enojara con ella a perderlo, además no estaba en posición como para reclamarle algo, no después de lo ocurrido.
Ahora una jornada de guardias estaba en su puerta y ventada, Blair suspiró al recordarlo.
—Ben es un paranoico — hablo para si misma con una sonrisa recordando al castaño, aunque se esfumó al recordarlo tan asustado cuando penso qué deverdad se habia ido, no quería causarle un susto así nunca más.
Se recosto frustrada en su cama, hasta que escuchó como alguien tocaba la puerta, ella dio el pase aunque ni siquiera se molesto en mirar a la persona que habia entrado, tenia una idea de quién podia ser.
—Sea lo que sea no — respondió inmediatamente sin darle la posibilidad a Ben de responder.
—Ni siquiera he dicho algo — se defendió el castaño con una risa.
—No, pero sentí que lo dirias — admitió Blair levantandose de su cama para ir hacia su librero —¿Qué necesitas?.
—Quiero hablar contigo, de hecho a eso venía ayer pero. . .no te encontré — respondió incomodo ante la mención del tema.
Blair bajo la mirada avergonzada, sentia que se estaba volviendo una carga para Ben.
—Tengo hábitos que intento dejar — respondió en su defensa un tanto triste, refiriéndose a sus dedos y a todo lo demás.
—No te estoy pidiendo que cambies Blair, eres perfecta tal y como eres, me gusta que seas así, no tienes que cambiar por qué te lo pida, pero si hay ciertas cosas que debes dejar — señaló mientras tomaba sus manos y acariciaba levemente sus dedos sobre las costras de las heridas que Blair se causaba.
Tomo su otra mano y noto cómo esta estaba llena de sangre alrededor de los dedos, Ben suspiró pero no replicó.
—Te lo pued- — trato de excusarse la pelinegra, pero Ben la detuvo.
—Tienes que prometerme que dejaras de hacerlo, no me gusta verte asi sin que yo pueda hacer nada, haré que la señora Potts te traiga algo para esas heridas — le ordeno sin soltar sus manos, Blair asintió apenada.
—De verdad no es necesario, te lo aseguro — nego repentinamente apartando sus manos, Ben suspiró al verla.
—Algo te pasa, dime que es — hablo el castaño hacia ella, Blair nego — Vamos, sabes que puedes contarme lo que sea — siguió insistiendo.
