Capítulo 1

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Santuario

Nueva Orleans, 2015

—Sabes, realmente alguien debería sólo colocar una cerca de alambre de espino alrededor de todo este lugar y declararlo un manicomio.

Milk resopló ante el ingenio seco de Boun Peltier mientras dejaba la rejilla plástica para vasos limpios en el tatami para que New Kattalakis se lo llevara.

Haciendo una pausa tras el mostrador junto a Boun, New envolvió un largo, agraciado brazo alrededor de la cintura de su hermano y arrugó la nariz hacia él.

—El término correcto es centro de salud mental. Ponte a ritmo con los tiempos, viejo oso de cueva nudillos-lentos.

Milk se rio del humor rápido del were oso menor. Una cosa sobre el espinoso dueño del bar era que New siempre mantenía a sus hermanos y empleados en estado de alerta. New se apartó para recoger dos vasos de la caja y los colocó en el estante debajo de la barra mientras cantaba la canción Metal Jukebox. Para ser un oso, tenía la voz de un ángel.

Y sarcásticamente, el rubio de largas piernas había sido uno de los miembros favoritos de Milk del clan de osos Peltier desde el día en que había buscado refugio en el famoso bar y parrilla El Santuario que su familia había fundado en el corazón de Nueva Orleans.

Herida y apenas con vida después de un encuentro desagradable con un antiguo enemigo, Milk se había derrumbado en el tercer piso de este mismo edificio, a los pies de New. Cuando se había despertado una semana más tarde, había estado sentado en el piso de su ático junto a ella, acariciando las escamas de su cabeza, completamente sin miedo de su forma de dragón, y tarareando una canción de cuna francesa suavemente. Él, a solas, le había cuidado hasta que sanara y se aseguró de que sobreviviera. La verdadera profundidad de su bondad y compasión por los demás nunca había dejado de sorprenderle.

No había un cambiaformas en este edificio o el siguiente que no diera su vida para salvar la de New.

Pero ninguno más que el afortunado hijo de puta de pelo oscuro al que él llamaba suyo.

Tay Kattalakis se acercó a la parte delantera de la barra y pasó alrededor de las cervezas de cuello largo especialmente elaboradas y reservadas para sus metabolismos cambiaformas "únicos" para hacerles saber que había bloqueado la puerta principal. Un ritual que significaba que El Santuario ahora estaba cerrado a los humanos por unas horas de respiro Were-Hunter. Inclinó su cerveza fortificada hacia Milk.

—Hay tantos idiotas pueblerinos, hermana. Y tan pocos dragones que escupan fuego.

Boun se echó a reír.

Tomando su cerveza, Milk arqueó una ceja ante la extraña observación, con curiosidad por lo que le estaba pidiendo.

—¿Disculpa?

Tay soltó un largo suspiro de sufrimiento mientras miraba a su compañero.

—¿Cuán encariñado estás con Cody? ¿Puedo ofrecerlo como sacrificio a Milk? ¿Por favor? —Miró a Milk—. Sé que no es virgen, pero ¿exactamente cómo de exigentes son ustedes los dragones sobre esas cosas?

Como no quería ir allí por varias razones personales, Milk se puso a limpiar los dispensadores de refrescos mientras Boun preparaba los grifos de cerveza.

—Depende del dragón.

New chasqueó la lengua hacia ellos.

—Por favor, no maten y ni se coman a mi hermano pequeño. No quiero escuchar la perra indigestión que te daría, y dudo que Carson tenga suficientes Rolaids para curar ese ardor. Probablemente tomaría la mitad de los bomberos en la parroquia de Orleans apagarlo.

˗ˏˋ 26 MilkLoveˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora